David Miguel Almeida es el niño de 9 años que es noticia en todo el mundo por el momento que ha tenido que vivir. En concreto, es quien al acudir al baño del colegio se ha topado con que allí no estaba solo. Se encontraba ni más ni menos que un animal salvaje, un feroz puma.
Afortunadamente, el menor no ha sufrido ningún daño y ha podido contar lo sucedido. Lo ha hecho, como es lógico, todavía con el miedo en el cuerpo.
David Miguel Almeida y su sorpresa nada grata
El menor acudió estos días, como actividad extraescolar, a una de las escuelas de Nova Lima, que pertenece al estado brasileño de Minas Gerais. Lo hizo junto a otros compañeros y a sus padres para jugar un partido de fútbol.
Todo hacía indicar que iba a disfrutar de la jornada que empezó a truncarse cuando decidió ir al baño. Y es que nada más entrar en los aseos del centro se encontró con algo que no podía creer. Allí había un puma de 80 kilos, que lo dejó aterrorizado.
Como David ha explicado a la prensa local, no pudo evitar temblar “como una gelatina. Fue oír su rugido y mi corazón casi se para”. Pero, a pesar del miedo que sentía, el pequeño consiguió salir del baño sin ser atacado y fue en busca de su padre, Rodrigo.
El adulto, de 34 años, escuchó atento a su hijo, pero pensó que no había visto bien al animal que describía. Creyó que se trataría simplemente de un perro y con esa idea en mente se dirigió hacia el baño. Eso sí, una vez allí se dio cuenta de que el pequeño tenía toda la razón.
Ante sus ojos vio al puma, que medía 2 metros y medio de largo. Y la manera que tuvo de reaccionar fue “correr hacia atrás cuando descubrí el tamaño que tenía”.
El puma fue evacuado sin problemas
Como es lógico, nada más comprobar que David había dicho la verdad, Rodrigo comunicó lo sucedido a los presentes y al propio colegio. Acto seguido, dieron aviso tanto a los bomberos como a la policía militar para lograr que se tomaran medidas rápidamente y nadie sufriera daño.
Exactamente se logró encerrar en el baño al animal y, con cuidado, se tomaron varias imágenes de él para enviárselas a los veterinarios. De esta manera, estos tuvieron claro el tamaño del mismo y determinaron la dosis necesaria de tranquilizante para poder lograr dormirlo. Y lo lograron mediante un dardo que le lanzaron nada más llegar al recinto.
Dos horas después de que el niño descubriera al felino, y ya dormido este, pudieron sacarlo del lugar para alivio de todos los presentes. Asimismo, procedieron a realizarle distintas pruebas para comprobar no solo su peso y dimensiones, sino también que se encontraba en perfecto estado de salud.
¿Qué ha sido del animal te estarás preguntando? Pues bien, ya vuelve a gozar de libertad y sigue con su vida como si nada de esto hubiera pasado. Según se ha publicado en diversos medios brasileños, fue trasladado hasta una jungla cercana, finalizando así su 'aventura' por territorio humano.
Aventura que podría haber acabado en tragedia, pero afortunadamente todo se ha quedado en un simple susto y no hay que lamentar daños. Eso sí, el menor y su padre seguro que no olvidarán nunca el miedo vivido.