La justicia española ha condenado a un menor de 16 años por haber violado y golpeado a su hermana de 12 durante seis meses. Ha sucedido en Murcia. El agresor tenía antecedentes por haber matado a gente en su país natal, Ecuador, donde formaba parte de una banda juvenil.
La madre de los dos hermanos emigró a España cuando el chico apenas tenía unos meses. Rehizo su vida en Murcia, mientras el bebé era criado por su abuela en su país de origen. Con 15 años él también viajó a Murcia para reunirse con su madre y el resto de la familia.
Un año después, el menor empezó a agredir sexualmente y a golpear a su hermana pequeña. Según la justicia, violó a su hermana de 12 años durante seis meses. La amenazaba recordándole sus delitos de sangre en el país sudamericano.
El Juzgado de Menores número 2 de Murcia ha condenado al menor por tres delitos de agresión sexual y otro de maltrato continuado. Aún no ha cumplido 18 años, y por lo tanto no entrará en prisión. Será recluido en un centro de internamiento en régimen cerrado.
El juez le ha impuesto una pena de siete años de reclusión y cuatro más de libertad vigilada. Cuando salga del centro de menores, estará al cargo de un asistente educativo. No podrá acercarse a menos de 300 metros de su hermana pequeña durante seis años más.
Es la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Murcia, que ha querido aplicar la pena más dura contemplada para un menor. Se considera que el menor es un sujeto peligroso, y se ha aplicado la pena para velar por la víctima e impedir nuevos delitos de este tipo.
‘Le tapaba la boca para que no gritase’
El relato de los hechos es espeluznante y demuestra la falta de escrúpulos del agresor. Según la sentencia, aprovechaba que los adultos no estaban en casa y violaba a su hermana tapándole la boca para que no gritase.
Al menos en dos ocasiones también la golpeó. Una vez, con un puñetazo en la barriga, y otras, en la boca. Una vez finalizada la agresión, amenazaba a la víctima diciéndole que si contaba algo mataría a su padre y a su otro hermano.
La sentencia también considera que la menor no denunció las agresiones durante seis meses por temor. Estas se produjeron de forma reiterada en el domicilio familiar, con el método narrado. Ella ocultaba las lesiones físicas con maquillaje.
Finalmente, la víctima tiró de coraje y contó a su madre lo que le hacía su hermano mayor. Al ser examinada en el hospital, el examen forense confirmó las agresiones sexuales. Esto tuvo un peso determinante a la hora de condenar al violento agresor.
El drama de las violaciones adolescentes
Esta macabra noticia sucedida en Murcia tiene su eco en Ecuador, donde el drama de las violaciones adolescentes es frecuente. Suelen suceder en zonas rurales y marginales. Los agresores son, en su mayoría, familiares: padres, tíos, hermanos, abuelos o padrastros.
Desde las organizaciones de defensa de derechos sexuales y reproductivos advierten de la salvajada de esta lacra. “Tienen una falta de información tan brutal que no saben que su cuerpo va a cambiar. No se dan cuenta hasta que el embarazo está muy avanzado”, aseguran.
En 2020, en Ecuador, 1631 niñas de 10 a 14 años tuvieron un parto. Eso significa cuatro adolescentes por día. Muchas, además, quedaron embarazadas o abortaron. El drama es aún más intenso por la falta de asistencia médica y de planificación familiar en el país sudamericano.
Esto ayuda a poner en contexto el caso sucedido en Murcia. El menor formaba parte de una banda juvenil en su país, donde, además, la violación de adolescentes en el núcleo familiar es muy común. Ahora tendrá que pagar por sus fechorías en España, donde ha cometido el delito.