El Gobierno ya ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la obligatoriedad de llevar mascarilla en espacios cerrados y en espacios abiertos cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad. Una de las consecuencias directas es el uso obligado de mascarilla a la hora de hacer cualquier tipo de actividad física al aire libre y en espacios cerrados.
Hacer deporte también puede suponer riesgo de contagio, así que se obliga a llevar mascarilla para correr, patinar o montar en bicicleta a partir de este jueves. Muchos se preguntan ahora cuándo son obligatorias y cuáles son las mejores.
Según las directrices del Gobierno, se dispone el uso obligatorio de mascarillas en personas de seis años hacia adelante en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o abierto al público, siempre que no sea posible mantener una distancia de seguridad interpersonal de al menos dos metros.
Por lo tanto, los que salgan a hacer actividad física en lugares concurridos donde no sea posible mantener la distancia mínima de seguridad (dos metros) deberán usar obligatoriamente mascarillas para hacer deporte.
Mascarillas quirúrgicas o higiénicas, las menos recomendables para hacer deporte
Además, el director de emergencias sanitarias, Fernando Simón, recomienda que las personas que hagan deporte dejen una distancia de seguridad mayor, cinco metros, ya que aunque sea al aire libre es la actividad que más riesgo de contagio conlleva. Las autoridades sanitarias alertan del peligro de ir cerca de otro deportista por la mayor dispersión de partículas de saliva en movimiento.
Sobre el mejor tipo de mascarillas para hacer deporte, las quirúrgicas o higiénicas, que son las que más se utilizan en el día a día, son precisamente las menos recomendadas para la actividad física. Eso es así porque son demasiado finas.
A la hora de hacer deporte la respiración es más intensa y el tejido de la mascarilla se desgasta y se humedece mucho antes, generando alrededor de la cara y las fosas nasales un hábitat ideal para el virus (microclima facial) que aumenta el riesgo de contagio.
Por su lado, las FFP2 y FFP3 (con filtro) están homologadas por la OMS y están hechas para prevenir la entrada de cualquier microorganismo del exterior, ofreciendo así más seguridad. Sin embargo, tienen un inconveniente para la práctica deportiva: están hechas de materiales poco transpirables e incómodos para hacer deporte.
Por ahora, la mejor opción son las mascarillas de diseño deportivo que ya distribuyen muchas empresas dedicadas a la actividad deportiva. Algunas de ellas fabrican mascarillas ergonómicas reutilizables con filtro interno y una combinación de tejidos que facilita la transpiración y evita la acumulación de bacterias.
Al ser reutilizables, permiten seguir las recomendaciones del ministerio de Sanidad sobre los procesos de desinfección. Pueden lavarse con detergente normal y agua a temperatura entre 60º y 90º o sumergirlas en disolución de lejía con agua tibia durante 30 minutos (recordando luego quitar la lejía con agua y jabón).