“Un psicópata”, así es como los hermanos de Susana Cortés al hombre que la dejó morir en un ataque de diabetes y lo grabó todo en vídeo. Mariano Daniel, dentista de profesión, se sienta desde hoy en el banco de los acusados. Tendrá que responder por la muerte de su pareja ocurrida el 18 de junio de 2019 en Viladecans (Barcelona).
Mariano, un argentino de 49 años, se presentó ante Susana como un hombre encantador cuando se conocieron. Pero con el tiempo mostró su verdadero rostro, un hombre posesivo preso de unos celos enfermizos. La relación se acabó convirtiendo en un torneo de malos tratos y vejaciones.
El día que ella le llamó en plena crisis por una bajada de azúcar, él le infligió un último y cruel castigo. Lejos de socorrer a la víctima grabó su agonía con el teléfono móvil y se ensañó con ella a golpes. La Fiscalía pide la prisión permanente revisable para Mariano, en el juicio que arranca hoy.
La crueldad de Mariano
Mariano y Susana se conocieron en un bar y ella quedó prendada de los encantos de él, un hombre romántico y atento. Iniciaron una relación, y con el tiempo las demostraciones de amor se convirtieron en agresiones físicas y psicológicas. El entorno describe al hombre como celoso, posesivo y agresivo.
Susana era diabética, y el 18 de junio de 2019 llamó a su pareja para que fuera a socorrerla porque tuvo una bajada de azúcar. Una hora después, Mariano se presentó en su casa con la intención de humillarla y prolongar su sufrimiento. Lejos de ayudarla la dejó morir, y lo grabó todo en vídeo.
En las imágenes se ve a Susana agonizando, casi sin poder hablar, pidiendo la clemencia de su novio. Mariano se ríe de ella y hace caso omiso cuando ella le pide una Coca-Cola para recuperar el azúcar. “Cómo te encuentras”, le dice mientras se burla de las heridas que él mismo le ha provocado.
11 vídeos de agonía
El agresor grabó un total de 11 vídeos donde se ve a la víctima desnuda y agonizante en un calvario que se alargó durante cinco horas. Según la acusación, “le produjo el mayor sufrimiento posible en una nueva demostración de menosprecio hacia ella”. Además, destaca que lo hizo “por su condición de mujer”.
En su escrito, la acusación pone de manifiesto que grabó “su cara y cuerpo en una situación de extrema debilidad”. Y añade que “también le pegó golpes en la cara, en las costillas y en otras partes del cuerpo”. Se suma a la petición de la prisión permanente revisable, en la misma línea que el ministerio fiscal.
El fiscal atribuye al acusado cuatro delitos diferentes, uno de asesinato con ensañamiento, otro de maltrato habitual, uno contra la intimidad y otro de malos tratos. El juicio arranca hoy en la Audiencia de Barcelona. Los hermanos de Susana esperan una sentencia ejemplar, para quien consideran un monstruo.
El infierno de Susana
Mariano y Susana mantuvieron una relación de apenas cuatro meses, los suficientes para convertir su vida en un infierno. Solo dos meses después de haberle conocido, ella le comentó a su cuñada que quería dejarlo “porque era un fantasma”. Pero Susana nunca le denunció, y su entorno desconocía la gravedad de la situación.
Según cuentan sus hermanos, existen audios en el que él le pregunta cómo está y ella le responde: “cómo quieres que estés después de la paliza que me has dado”. En el bar que ella regentaba en Gavà sí recuerdan haberla visto llegar con moretones. Luego salió a la luz un parte de lesiones por una costilla rota que ella atribuyó a una caída.
Solo con la muerte de Susana las piezas del rompecabezas empezaron a encajar, y los Mossos detuvieron al agresor. Encontraron en su posesión la prueba del delito, los once vídeos que sacaban a la luz su infinita crueldad. El jurado tendrá que dictar sentencia, aunque todas las pruebas apuntan contra él.
'La dejó morir'
Susana era madre de un adolescente de 13 años y regentaba el bar El Recodo en Gavà, un municipio barcelonés junto a Viladecans. El viernes ella y su pareja discutieron y él la golpeó contra el coche. Al día siguiente fue a trabajar con un ojo morado y el domingo y el lunes ya no apareció.
Falleció la madrugada del martes, horas después de sufrir un ataque de diabetes y reclamar la presencia de su pareja. Él tenía conocimientos de medicina y además también era diabético, así que sabía exactamente lo que tenía que hacer. “La dejó morir, es un psicópata”, exclaman los allegados de la víctima.
Cuando murió, Susana tenía el ojo destrozado por un puñetazo y en los vídeos se aprecia como él le pregunta irónicamente: “qué te pasa en el ojo”. Antes del fatal desenlace, ella ya había mandado a su hijo con su padre para alejarlo de Mariano. Una muestra más del infierno en el que vivió en silencio hasta su muerte.