Durante semanas hemos escuchado la teoría de que el calor y la luz del verano ayudaría a eliminar el virus, pero esto no sólo va quedando cada vez más descartado sino que, al contrario, los expertos coinciden en señalar el peligro de la desescalada con miles de infectados que están llevando a cabo países como España.
La última advertencia es muy severa y llega de alguien con autoridad. La inmunóloga y viróloga del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Margarita del Val, alerta de que puede haber una segunda ola antes del verano si nos lanzamos a la vida normal, y puede ser mucho peor porque partimos con un número superior de infectados.
Según esta investigadora, que dirige a 150 equipos del CSIC reunidos en una gran plataforma multidisciplinar para hacer frente a la emergencia, aunque social y económicamente anhelamos la desescalada, «desde el punto de vista técnico no deberíamos relajar nada, porque el virus está hoy mucho más presente entre nosotros que cuando se decretó el estado de alarma».
Y es que según Del Val, el verano lejos de favorecer la reducción de contagios puede contribuir a aumentarlos, ya que «tener a todo el mundo de vacaciones es una bomba de relojería». Recuerda que ya ocurrió con la gripe A, cuyo pico de propagación llegó en verano, y recomienda que la gente se coja de una vez todo su mes de vacaciones y, quienes viajen, se lleven comida suficiente para quedarse quince días encerrados en cuarentena.
Las rigurosas estimaciones de esta prestigiosa científica se basan en la teoría de que España no es Wuhan, y que allí se consiguió controlar el virus «porque estuvieron dos meses y medio con un confinamiento que nosotros solo tuvimos dos semanas» mientras que en nuestro país «aún tenemos cerca de 80.000 casos activos y si viene la segunda oleada, el incremento será sobre muchísimos casos más que al principio».
El virus puede volver en quince días, tres semanas o incluso antes, advierte esta científica, que señala el peligro de que todos nos queramos ir un fin de semana o mandar a los niños con los abuelos: «un paso atrás lo pagaremos muy caro, y esto no es algo que pueda parar sólo un gobierno, cada individuo tiene una gran responsabilidad».
Del Val entiende que ante la situación de crisis y en un país donde el turismo tiene tanto peso en la economía, los pequeños empresarios pidan más flexibilidad para abrir su negocio, «pero es que si abres tu restaurante y se te llena de gente, en tres días todos tus camareros están contagiados y de baja, en cuarentena».
Por eso recomienda no hablar de fechas muy precisas, «dejar pasar un par de semanas para ver el efecto de cada pasito que vamos dando para y decidir en base a las circunstancias». También es fundamental, a su entender, que los sanitarios no vuelvan a infectarse, y por eso hace un llamamiento a la importancia de dotar al sistema de condiciones idóneas.
En países que hasta ahora se habían considerado ejemplares, como Singapur o Hong Kong, están teniendo ya repuntes. Margarita del Val dice que las cifras en España han mejorado porque hemos vivido en pequeñas burbujas, que ahora pueden irse ampliando pero con cuidado, y afirma que mantener el teletrabajo puede ayudar a reducir los contagios de forma brutal.