Margarita del Val se ha convertido en una de las expertas más reputadas y, sobre todo, más reconocidas por los ciudadanos tras un año de pandemia. Sus palabras han sido siempre muy cautas sobre cómo evolucionaba la enfermedad en nuestro país, y precisamente por ese motivo sus últimas palabras han sorprendido a más de uno, ya que dan esperanzas a lo que podría pasar en nuestro país en los próximos meses.
La viróloga del CSIC ha insistido en una entrevista para 'elDiario.es' que la vacunación es, hoy por hoy, la mejor herramienta de la que disponemos para controlar la pandemia, pero que no basta con vacunar a los mayores de las residencias.
España ya ha entrado en una segunda fase de vacunación en la que se incluyen varios grupos nuevos. Cabe recordar que primero fueron los mayores de residencias, los trabajadores de estos centros, el personal médico de primera línea y los grandes dependientes, los primeros en ser vacunados entre diciembre y marzo.
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Con la llegada de la vacuna de AstraZeneca se ampliaron los grupos prioritarios, y actualmente ya se está administrando dosis a personal médico que no está en primera línea, a personal de servicios esenciales como policías y bomberos, y a los mayores de 80 años que no son dependientes.
Pero para Margarita del Val, la clave para el verdadero «cambio radical» de la pandemia en España será cuando se haya vacunado a los mayores de 70 años y a las personas que tienen enfermedades crónicas. Tras ellos, en teoría, todos los grupos más vulnerables al virus —mayores de 70, dependientes y enfermos crónicos— estarán vacunados, lo que supondrá un claro respiro para los hospitales.
Seguirá habiendo contagios, sí, pero se contagiará gente más joven que, a priori, está más preparada para combatir la enfermedad. Es cierto que en todo este año de pandemia se han visto muchísimos casos de gente joven con Covid-19 grave, y que incluso han llegado a perder su vida, pero esos grupos colectivos han sido los más castigados por el coronavirus sin ningún tipo de duda.
En verano podría cambiar todo
Una vez vacunados, los hospitales podrán centrar sus esfuerzos en otras patologías y en los enfermos de Covid-19 que estén graves, que serán muchos menos que hasta ahora. Eso permitiría controlar mejor la pandemia y, sobre todo, el número de víctimas que deja, que ya supera los 72.000 en un año.
Por ese motivo, del Val cree que ese momento marcará un antes y un después en la pandemia. Admite que todavía queda un largo recorrido por delante, que el coronavirus no se irá de la noche a la mañana, pero que España podrá gestionar la pandemia de otra forma cuando las personas más vulnerables estén protegidas.
A diferencia de otras ocasiones, en las que ha evitado poner fechas porque la pandemia evoluciona de forma imprevisible, esta vez sí tiene claro cuándo podría suceder este cambio: hacia el verano.
A pesar de todo, la científica insiste en que no podemos confiarnos demasiado y adelantarse a los hechos hasta que esas personas estén vacunadas, porque si empiezan a subir los contagios, volveremos a estar en una situación crítica. Es más, si llega la cuarta ola antes del verano perderán su vida muchas personas que, de haber aguantado un poco más las restricciones, podrían haber llegado a tiempo a vacunarse.
Falta por ver si los vacunados pueden contagiar si cogen la enfermedad
Además, todavía queda por ver si las personas vacunadas realmente contagian o no. Los estudios que se han hecho hasta ahora no son del todo concluyentes, aunque todo apunta a que podría haber esperanzas en este ámbito también.
En Israel, país del mundo con más porcentaje de población inmunizada, las personas vacunadas que se contagiaban del virus, en la mayoría de casos, no transmitían la enfermedad a otras personas, como destaca Ugur Sahin, director ejecutivo de BioNTech.
Esto sería otra gran noticia porque el efecto de la vacuna en esas personas se sumaría a la protección también de los demás. Es decir, el principal miedo hasta ahora era que las personas vacunadas no enfermasen, pero sí contagiasen la enfermedad a las personas que aún no estaban vacunadas, lo que impediría levantar restricciones para evitar eso.
Si se confirma que las personas contagiadas no transmiten la enfermedad, a medida que haya cada vez más personas inmunizadas con la vacuna, el peligro de contagio entre el resto de la población será también más bajo.