Doce días parece poco tiempo, pero en este caso fue suficiente como para llevarse la vida de un bebé. Doce días fue el tiempo que tardaron los médicos en atender el caso de Manuel antes de que este muriera con seis meses de vida. Sus padres Daniel y Laura denuncian su caso desde Garvín de la Jara (Cáceres).
Manuel murió en el hospital el pasado 26 de diciembre tras una sucesión de negligencias. Ana, tía del bebé fallecido y portavoz de la familia, ha contado en El Español todos los detalles sobre lo que ocurrió. Un fatal error de diagnóstico condenó al pequeño a pesar de las advertencias de los padres.
“No se nos hizo caso en 12 días en el hospital, y ahora nuestro bebé está muerto”. Esta es la frase que resume el sentimiento de la familia del neonato tras el infierno vivido. Ahora esperan que la denuncia del caso y su batalla legal consiga poner algo de justicia a esta dramática pérdida.
Manuel nació con síndrome de Down
Laura se contagió de covid durante el embarazo, y al estar en cuarentena no le realizaron la prueba para detectar malformaciones del feto. “Dijeron que no hacía falta porque las ecos eran normales”, asegura Ana. Manuel nació el 28 de mayo de 2021 con síndrome de Down, ante el shock de sus padres.
En noviembre empezó a llorar mucho y a tener mucha fiebre, pero los médicos no le dieron importancia. Daniel y Laura llevaron al bebé al Hospital Campo Arañuelo, de Navalmoral de La Mata, en dos ocasiones. Las dos veces les mandaron de nuevo casa asegurando que era un simple virus.
En la tercera ocasión el bebé ingresó con neumonía, y a pesar de los tratamientos su situación empeoraba. En las primeras horas los padres pidieron que le trasladaran a un hospital especializado, pero no les hicieron caso. Una decisión fatal que días después se cobraría la vida del niño.
12 días después lo trasladaron
Los médicos aseguraron que el niño iba a estar igual en otro hospital, que lo único que cabía era tener paciencia. “Van pasando los días, el niño tiene sarpullidos por todo el cuerpo, tampoco quiere comer”. Así relata Ana la angustia que le tocó vivir a la familia Cortés durante doce interminables días.
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El paso de los días parecía no alterar la tranquilidad de los médicos, que seguían pidiendo paciencia a los padres. “El día 12 de ingreso, cuando ven que ya no saben qué hacer, le trasladan al Hospital Materno Infantil de Badajoz”, explica Ana. Según dice, “en ese momento Manuel estaba totalmente hinchado”.
Al llegar al hospital el equipo de pediatría hizo todas las pruebas posibles y consiguieron hacer un diagnóstico: síndrome hemofagocítico. “Ahí sí que tenemos que decir que es para quitarnos el sombrero con ellos”, dice Ana. Desafortunadamente, el diagnóstico había llegado demasiado tarde.
Llegó demasiado tarde
El síndrome hemofagocítico es una enfermedad grave cuyo diagnóstico precoz es vital para no morir. Los doctores intentaron reanimar al niño con un tratamiento parecido a la quimio, y al principio parecía que remontaba. Pero tenía los pulmones muy dañados, y tras coger otra bronquitis ingresó en la UCI.
El 24 de diciembre el estado de Manuel empeora de forma irreversible, y muere dos días después. Los padres han vivido todo este tiempo con la rémora que la muerte de su bebé podría haberse evitado. Ahora han decidido tomar acciones legales contra el Hospital Campo Arañuelo por doble negligencia.
Primero, por no haber hecho la prueba de detección del síndrome de Down durante el embarazo. Segundo, por no haber accedido al traslado a un hospital especializado como pedían los padres. Manuel permaneció durante doce días con un diagnóstico erróneo en un centro médico incapacitado.
La familia está destrozada
Manuel era el primer hijo de este matrimonio de treinta años. Los padres están intentando asimilar la muerte de su bebé, pero el camino está siendo muy difícil. “Estamos todos mal, los hermanos, los padres, los tíos”, asegura Ana, “si me pongo en la piel de mi hermana no me lo quiero imaginar”.
La familia ha presentado una demanda ante el juzgado y su abogado está convencido de que prosperará. Mientras esperan que la justicia haga su trabajo, viven el día a día pensando en los malditos doce días. “Esa es la espina que nos queda, pensar que hoy podría estar con nosotros”.