La Policía Nacional está investigando la muerte de un niño de 12 años que fue hallado en su casa por su propia madre el pasado martes, 16 de febrero. Los hechos sucedieron alrededor de las 20:45 horas en una vivienda del Barrio del Progreso de Murcia, cuando la mujer llegaba a su casa después de trabajar. Cuando fue a comprobar que su hijo Juan estaba bien, se lo encontró ahorcado con un cinturón de su bata en su habitación.
Los servicios de emergencias enviaron al lugar de los hechos varias dotaciones de la Policía Nacional, así como ambulancias y miembros de la Cruz Roja para asistir a sus familiares.
La Policía intenta ahora aclarar las circunstancias de la muerte del niño, pero el Grupo de Menores (GRUME) del cuerpo policial ha informado que los primeros indicios hacen pensar que no fue un caso de acoso escolar. «Tanto el rastreo de los mensajes del teléfono móvil del menor, como la información aportada a los agentes por parte del centro educativo de Murcia al que acudía, así lo indican», explican fuentes cercanas al caso en el medio 'La Verdad'.
Aun así, las circunstancias todavía no están nada claras, porque el menor sí que estaba recibiendo tratamiento psicológico desde hace un año y llegó a acudir a clase en varias ocasiones con cortes en sus brazos, lo que ha llevado a la Policía Nacional a investigar bien el caso.
Un amigo del niño ha explicado para el citado medio que el menor «estaba muy triste desde que se separaron sus padres», lo que explicaría el tratamiento psicológico y que podría explicar también el trágico desenlace de su situación, aunque los agentes están investigando todo el entorno del niño. Su cuerpo fue trasladado al tanatorio Arco Iris de Murcia para ser velado por sus familiares, que están muy afectados por este suceso.
Buen estudiante y sin antecedentes de ser víctima de acoso
El caso de Juan ha sorprendido a los vecinos y conocidos de la familia porque no se esperaban un desenlace tan dramático para un niño que se empleaba a fondo en su educación y que no había sufrido ningún caso de acoso, por lo menos del que se tuviera constancia.
«Nadie se lo esperaba porque era un estudiante de altas capacidades: era muy listo», explica una profesora del instituto en el que estudiaba para 'El Español': «Estoy impactada: no doy crédito».
La Policía considera que es un caso «extraño» por las circunstancias que rodean al suceso. En casos como este, el acoso escolar suele ser el detonante para que un menor de solamente 12 años tome una decisión como la de ahorcarse y quitarse la vida, pero en el caso de Juan no se ha encontrado ningún antecedente por ser víctima de acoso en los últimos cinco años.
La Consejería de Educación de la Región de Murcia puso en marcha el protocolo habitual para este tipo de sucesos, por lo que enviará un equipo de orientadores y psicólogos al centro para «abordar la situación con alumnos y profesores».
Tras descartar el acoso, otra de las hipótesis que maneja la Policía es que el menor sufriese algún tipo de trastorno psicológico provocado por la separación de sus padres, algo corroborado por uno de sus amigos, que ha asegurado que desde que se separaron «estaba muy triste».
Aun así, los agentes del GRUME están analizando las redes sociales de Juan, su teléfono móvil y su ordenador, con el fin de encontrar algún tipo de pista que les indique qué llevo al menor a quitarse la vida, ya que antes de quitarse la vida no dejó ningún tipo de nota.
El hecho de que el niño se hubiera hecho cortes en las muñecas con anterioridad, como señala uno de sus allegados, hace pensar que pudo haber antecedentes de suicidio y que no salió bien, aunque los agentes lo están investigando porque también podría tratarse de algún reto de los jóvenes en las redes sociales o por algún otro motivo.
De hecho, uno de los retos, conocido como 'ballena azul', encajaría con algunas de las informaciones que se tienen sobre el caso. La ballena azul es un reto muy peligroso —las autoridades han alertado en numerosas ocasiones con él, y hace unos años hubo un 'boom' de casos relacionados con él— que incita a los niños a realizar una serie de pruebas para completar cincuenta niveles, y que en algunos casos incluye hacerse cortes.
Además, el último nivel para completar este 'desafío' suele consistir en saltar de un edificio, lanzarse bajo un tren o ahorcarse, algo que se cumple también en el caso de Juan. De momento únicamente es una teoría y la Policía está investigando cualquier indicio.
Fuentes de Emergencias, por su parte, señalan que «hay ciertos indicios que apuntan a que pudo ser algo impulsivo, más que un suicidio meditado y premeditado», por lo que todas las opciones están sobre la mesa.