Discoteca

El sector en pie de guerra contra las restricciones que podría cerrar sus puertas

Los propietarios de estos negocios advierten de que su cierre podría tener como consecuencia la multiplicación de fiestas ilegales

El avance de la desescalada ha sido celebrado por la mayoría de los negocios que han podido reabrir tras semanas de cierre económico. Algunos lo han hecho con no pocas dificultades, pero hay uno en concreto que asegura estar tocado de muerte. El sector de las discotecas y el ocio nocturno en Barcelona está en pie de guerra. 

Los propietarios del ocio nocturno en esa zona de España han lamentado que se prohíba el baile en las discotecas cuando abundan las fiestas ilegales en parques y jardines. Por eso ha advertido que estos establecimientos no abrirán sus puertas mientras no se pueda bailar.

Ramón Mas Espinalt, secretario general del gremio de empresarios de discotecas de Barcelona, ha sido el portavoz de estas quejas en la comisión de cultura del parlamento catalán. Allí ha asegurado que el sector está tocado de muerte y ha pedido flexibilidad. Si la Generalitat no permite abrir las pistas de baile, dice, pedirán un rescate para salir a flote.

Mas Espinalt denuncia lo que consideran un doble rasero. «Si desde Salud nos dicen que no se puede bailar por razones sanitarias, lo acataremos, pero seremos muy duros con el Govern y exigiremos que se cumplan todas las medidas sanitarias en todos los lugares». 

Las duras palabras de este representante del sector hacen referencia al «espectáculo impresionante» de las playas de Barcelona, donde según dijo se han congregado miles de personas en los últimos días sin ningún tipo de control sanitario. También citó las más de 4.000 fiestas ilegales y centenares de botellones en parques y jardines o las fiestas en casas. 

Por eso, su actitud asegura que es de mano tendida para colaborar con la administración en todo con responsabilidad máxima. Pero también advierte que serán inflexibles y exigirán lo mismo que se les exige a ellos para el resto de sectores y colectivos.

Fiestas ilegales

Mas Espinalt ha criticado la decisión del gobierno autonómico catalán de prohibir las pistas de baile cuando muchas empresas ya habían sacado parte de su personal de los expedientes de regulación temporal (ERTE) con la intención de retomar la actividad. También a recordado que la mayoría de las empresas tienen que hacer frente a 30.000 euros mensuales sin poder abrir sus puertas. La situación, dice, es límite.

Según dijo, todo esto junto puede acabar de hundir a un sector que ha hecho el trabajo y tiene un protocolo establecido, y además ha lanzado una advertencia: su cierre abocará a muchos jóvenes a «ir a un parking o a parques a montar fiestas ilegales».

Por otro lado, ha advertido que si no se puede bailar dentro de las discotecas, la patronal del ocio nocturno propondrá hacer fiestas populares, un evento básico pero con control. 

Según la resolución de ayer en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC) las discotecas solo podrán abrir al público para el consumo en la barra o en mesas, tanto en terrazas como espacios cerrados. Las zonas de baile deberán cerrarse al público mediante barreras físicas y un control permanente.