La crisis del coronavirus ha provocado un caos sanitario con graves efectos colaterales. Los servicios hospitalarios se han centrado en la pandemia y muchas personas con otras patologías han visto cómo sus consultas e intervenciones se han pospuesto a raíz del virus.
Es el caso de Lidia Bayona, una burgalesa que falleció el pasado 27 de julio a los 53 años. Su estado de salud era paupérrimo desde principios de marzo, cuando la mujer empezó a manifestar síntomas como vómitos, diarreas, orina marrón y pérdida drástica de peso durante meses.
Una burgalesa fallece en julio después de no haber sido atendida por la pandemia
Con el estallido de la pandemia y la implantación de nuevos protocolos de atención, Lidia Bayona fue incapaz de conseguir una cita presencial en su ambulatorio durante meses.
«Su médico de cabecera le dijo por teléfono hasta cuatro veces que era gastroenteritis o nervios. No le dio ni la baja. No me puedo creer todavía que la doctora no quisiera verla con esos síntomas» se lamenta su hermana Fátima según recoge el diario 'Nius'.
Al principio de la desescalada, cuando ya pudieron verse, Fátima fue consciente del grave estado de salud de su hermana.
«Vi la muerte en sus ojos. Ahora me siento culpable. No sé cómo no la agarre y la llevé a urgencias a la fuerza. Pero ella se negaba, por miedo a contagiarse del coronavirus o contagiar ella, porque pensábamos que podría ser un positivo» asegura la hermana de la fallecida.
Finalmente, la familia consiguió cita para una analítica a principios de junio pero para entonces ya era demasiado tarde.
Se calcula que se han dejado de detectar un 20%-25% de casos de cáncer durante la pandemia
A la burgalesa le diagnosticaron dos tumores cancerígenos (uno en los ovarios y otro en los conductos biliares) que le fueron extirpados sin éxito. Tras la operación, Lidia Bayona falleció como consecuencia de un fallo multiorgánico.
«Dejó la UCI para pasar a planta a los pocos días de la operación, para poder dejar sitio para atenderles. Sé que esta enfermedad es muy complicada, pero no se puede dejar morir a los enfermos de cáncer por la pandemia. No me la van a devolver, pero quiero que se den cuenta que somos personas, no números» afirma Fátima.
Y es que el caso de su hermana no es algo aislado. Recientemente conocimos el caso de otra mujer burgalesa que falleció por un cáncer de colon sin poder conseguir cita.
La Sociedad Española de Oncología (SEOM) ya calcula que se han dejado de detectar un 20%-25% de casos de cáncer durante la pandemia, unos efectos que aún están por verse.
Según Álvaro Rodríguez-Lescure, presidente de la SEOM, las consecuencias a medio plazo de la pandemia por el parón de las consultas y de los programas de detección precoz se empezarán a ver a partir de ahora cuando el retraso en el diagnóstico lleve a dar con la enfermedad en un estadio más avanzado.