Esta semana se celebra el juicio por el asesinato de la maestra zamorana Laura Luelmo el 12 de diciembre de 2018. Bernardo Montoya es el único acusado del secuestro, violación y asesinato de la joven de 27 años. Fiscalía y acusación piden para él la prisión permanente revisable, más dos condenas de 20 y 12 años.
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A pesar de que el acusado ha intentado exculparse señalando a su expareja como autora del crimen, las pruebas dejan poco lugar a dudas. Montoya confesó inicialmente el crimen, para luego desdecirse y señalar a su ex. Pero esta ya fue investigada y tenía una sólida coartada para la tarde de los hechos.
Con lo que no contaban las acusaciones era con la inesperada revelación de los forenses durante el juicio. Según han declarado, hallaron restos biológicos del acusado en el cuerpo de la víctima, pero no semen. Eso le podría exculpar del delito de violación, y se libraría de la prisión permanente revisable.
La estrategia de la defensa
La Audiencia Provincial de Huelva juzga esta semana el crimen de Laura Luelmo, cometido en diciembre de 2018 en El Campillo. En la tercera sesión celebrada ayer, la declaración de los forenses jugó a favor de la estrategia de la defensa. “No han encontrado restos de semen”, confirmó el abogado de Bernardo Montoya.
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Según ha trasladado, “sí hallaron restos biológicos y hay que tener en cuenta que hubo una manta de por medio y se pueden contagiar”. Por eso entiende que “no hay nada que incrimine” a su cliente con la violación. Su estrategia pasa por someter las pruebas a contradicción y exculpar a Montoya de este delito.
La prisión permanente revisable solo es aplicable en casos de agresión sexual completa con concurrencia de asesinato. Si el tribunal del jurado entiende que no hubo violación, el acusado se libraría de la pena más grande. Podría ser condenado, en todo caso, por secuestro y asesinato.
La conclusión de los forenses
En la sesión de ayer comparecieron nueve peritos, de los cuales cinco son miembros del Instituto Nacional de Toxicología. También declararon seis forenses, algunos de los cuales intervinieron en el levantamiento del cadáver y en la autopsia. Su conclusión es que no había rastros de semen en el cuerpo de la víctima.
De momento, en el juicio se está tratando el delito de la agresión sexual y aún no ha llegado el turno del delito de asesinato. La audiencia se celebra a puerta cerrada por petición de la familia de la víctima. Todas las informaciones de lo que sucede dentro proviene, por lo tanto, de lo que filtran los abogados.
Según reveló el abogado defensor, Bernardo Montoya se declara inocente del delito de agresión sexual y alega problemas de impotencia. La investigación apunta a que este agredió sexualmente a Laura después de golpearla repetidamente. Los resultados de la autopsia sí revelaron que hubo agresión sexual.
Dice que sufre impotencia sexual
Pero el hecho de que no hayan encontrado restos de semen en el cuerpo puede jugar a favor de la defensa. El abogado de Bernardo Montoya alegará contradicción si se le culpa del delito de violación. El acusado siempre defendió que padece impotencia sexual que le impide mantener relaciones con normalidad.
Una vez cerrado este capítulo será el turno del delito de asesinato, para el que Montoya lo tendrá más difícil para exculparse. Las pruebas señalan que abordó a la víctima cuando esta volvía de la compra y la metió en su casa para agredirla. Así lo atestiguan los restos biológicos hallados en casa del acusado.
También según la investigación, envolvió el cuerpo de Laura con una manta y lo trasladó a un descampado. Allí la golpeó con un objeto contundente que le provocó la muerte. Todo ocurrió en un lapso de 78 minutos, que la fiscalía define como un auténtico infierno.
¿En la cárcel de por vida?
Es muy probable que Bernardo Montoya, de 53 años, pase una buena temporada en la cárcel. La duda está en si pasará el resto de sus días entre rejas o si cumplirá una sentencia abultada que le permitirá salir en unos años. Por eso es crucial saber si hubo delito de violación, y demostrarlo.
Hay que recordar que el acusado es reincidente porque ya estuvo en la cárcel por un delito de sangre. En los años noventa mató a una anciana de 82 años durante un robo. Cuando fue detenido por el asesinato de Laura Luelmo pidió a la policía que le encerraran para que no vuelva a matar.
La familia de Bernardo Montoya también ha desvelado en alguna ocasión su tendencia a reincidir. Por el carácter reincidente del acusado y por la gravedad del delito cometido, la prisión permanente revisable parece lo más lógico. Pero sin una prueba contundente del delito de violación, Montoya podría librarse de ese castigo.
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