Caso resuelto. Gabriel, varón de 20 años de edad, mató a su sobrino Juan Jesús, de 13, por haberle robado la novia. Esta es la conclusión a la que ha llegado la fiscalía general del estado mexicano de Puebla, donde han tenido lugar los hechos.
El crimen sucedió en San Francisco Totimehuacan, una pequeña localidad a diez kilómetros de Puebla. La fiscalía resolvió el procesamiento de Gabriel como presunto autor del asesinato de Juan Jesús. Pesa sobre él el delito de homicidio con agravante de parentesco.
Según el relato de la fiscalía, el 17 de mayo el adolescente de 13 años y su tío de 20 se dirigieron al domicilio del menor. Fue entonces cuando el agresor atacó a su sobrino, causándole múltiples heridas que le provocaron la muerte.
La víctima murió por los golpes propinados por su familiar, fuera de sí por los celos que sentía. Hay indicios de que el motivo de la discusión fue una chica, que había estado con Gabriel y que estaba muy unida a Juan Jesús. Sobrino y tío se llevan siete años.
Suplantó su identidad
La fiscalía también cree que después de asesinar a su sobrino, Gabriel suplantó la identidad del finado para esconder el crimen. Concretamente, envío mensajes simulando ser él. En ellos pedía ayuda porque supuestamente le estaban persiguiendo.
Con ello pretendía despistar a los investigadores y ocultar los hechos. Sin embargo, el cuerpo acabó apareciendo y se inició una investigación que llevó hasta Gabriel. Hay indicios suficientes para acusarle de haber asesinado a su sobrino por venganza.
Según la investigación, la riña se produjo por motivos familiares. La cónyuge del tío, que además es menor de edad, fue a la escuela del sobrino. Este le ayudaba en un supuesto problema de abusos familiares de la que ella era víctima y que también se investiga.
Compartir clase y problemas tan profundos creó un estrecho vínculo entre la víctima y la chica, que puso celoso al mayor de edad. Fiscalía cree que ese detalle resuelve el caso del trágico asesinato. Gabriel mató a Juan por venganza, y luego intentó ocultarlo.
Una investigación sembrada de dudas
A pesar del intento de Gabriel de despistar a los investigadores, el cuerpo del menor fue localizado al día siguiente del crimen. Estaba con muchos golpes y signos evidentes de violencia. La policía lo trató desde el principio como un caso de homicidio.
El chico llevaba dos semanas viviendo en un piso de alquiler. Fue allí donde la policía encontró el cadáver. La única pista eran unos mensajes que supuestamente había enviado a su tío diciendo que unos sujetos le estaban siguiendo.
Sin embargo, unos familiares revelaron a la policía sus sospechas sobre el tío Gabriel. Contaron que ambos jóvenes mantenían una disputa por una chica. El chico tenía la cara destrozada a golpes, hecho por el cual se pensó desde un principio en un crimen pasional.
Gabriel se declara inocente de los hechos
El propio tío de la víctima, Gabriel, acudió al velatorio y se dirigió a los medios desmintiendo que tuviera problemas con Juan Jesús. Los padres exculparon inicialmente al joven, pero dejaron todas las hipótesis abiertas y confiaron en el transcurso de la investigación.
Pero la investigación dio un giro cuando aparecieron nuevos indicios que inculpaban al joven. Gabriel declaró primero que habían tenido una disputa anteriormente, pero que ya lo habían solucionado. Y que pensaba invitar a su sobrino a una celebración local.
Los padres pidieron no dar a nadie por culpable y dejar trabajar a los investigadores. Pero la policía ha recabado pruebas más que suficientes para detener a Gabriel. Ahora el joven se enfrenta a una grave acusación por haber matado a su sobrino por celos.