«Esta ha sido mi casa durante 58 años y nadie es quien para sacarme de aquí». Estas son las palabras con las que el rey emérito don Juan Carlos ha reaccionado a las maniobras de Casa Real y Gobierno para alejarle de su hijo el rey Felipe VI y salvar a la institución, en peligro por los escándalos sobre el origen turbio de su fortuna en una cuenta opaca de Suiza.
El plan para echar a Juan Carlos I ya está en marcha y podría materializarse a mediados de agosto. Consciente de que la cuenta atrás ha entrado en sus horas finales, el antiguo jefe del Estado se resiste a renunciar el uso del título de rey.
En el plan para salvar a la institución, Zarzuela y Moncloa prevén que sea el propio Juan Carlos quien anuncia a través de un comunicado su renuncia. Se quiere evitar así que Felipe VI aparezca como el ejecutor de una traición a su padre, que gobernó España entre hasta 2014 cuando abdicó en la figura de su hijo para renovar la institución.
Los equipos negociadores han acordado que el rey emérito comunique su decisión a través de una nota a través del bufete que Juan Carlos ha contratado para defenderse en los procesos judiciales abiertos contra él.
Ahora están a la espera de lo que diga el fiscal Juan Ignacio Campos. El pasado 5 de junio fue designado para llevar a cabo la investigación y ahora tiene que decidir si archiva el caso o lo traslada al Tribunal Supremo para el inicio de la judialización del caso.
El objetivo de la investigación de la Fiscalía es delimitar o descartar la relevancia penal de las acciones económicas de Juan Carlos, si ocurrieron antes o después del mes de junio de 2014, fecha en la que estaba protegido por la inviolabilidad reconocida al jefe del Estado. La decisión podría conocerse la segunda semana de agosto.
Entonces Juan Carlos emitiría un comunicado con su salida de la Casa Real. Según fuentes cercana, el contenido de la nota no dependerá de la decisión judicial ya que el emérito ya ha decidido abandonar la Zarzuela, aunque no sin resistencia. Fuentes de palacio admiten que Juan Carlos ha perdido los nervios y ha expresado su indignación a gritos.
Los planes de Juan Carlos
A pesar de la pataleta, ya tiene decidido irse. En las quinielas aparece la casa de su amigo Pedro Campos, en Sanxenxo, pero es poco probable. Tampoco parece muy realista la idea de irse a vivir al ático de la infanta Elena en el Retiro. Tampoco se plantea irse al extranjero, ya que no quiere dar la sensación de estar huyendo.
Se especula con que pueda irse a la República Dominicana, bajo el amparo de los hermanos Fanjul. También se habla de Ginebra, donde vive su hija Cristina. Estos días se ha sabido también que un grupo de amigos cercanos están reuniendo dinero para ayudarle económicamente para iniciar una nueva vida en un piso de alquiler en una zona residencial de Madrid con servicio.
El emérito anunciará que abandona Zarzuela, pero no para irse al extranjero. El punto más problemático ahora es el de la renuncia al título de rey. Para hacer se tiene que modificar el real decreto ley de abdicación de 2014, pero Felipe VI no quiere dar ese paso, ya que dice que se trata de una persona de 83 años, mayor y enferma.