Durante estos días, nuestro país ha estado consternado por una agresión homófoba que supuestamente sucedió el pasado domingo en Malasaña (Madrid). Muchos políticos, figuras conocidas y ciudadanos de a pie dieron su apoyo a la víctima, un chico de solo 20 años.
Sin embargo, ahora todo el mundo está boquiabierto. Lo está porque ha confesado la verdad. Ha reconocido que mintió y que lo hizo para ocultar a su novio una infidelidad que había cometido.
La primera versión de la víctima
El veinteañero denunció en la comisaría centro de Madrid, sita en la calle Leganitos, que había sido víctima de una agresión homófoba. Confesó que, por la tarde, había sido atacado por ocho encapuchados en el famoso barrio de Malasaña.
Los agresores, al parecer, le insultaron gravemente y le provocaron daño físico. En concreto, le rajaron el labio y le tatuaron en la nalga la palabra “maricón”. Unas heridas estas que, en un primer momento, le curó su pareja, pero que requirieron que fuera al hospital.
Así, fue en el centro médico donde la enfermera que le atendió avisó a las autoridades de lo sucedido. Lo hizo siguiendo el pertinente protocolo de agresiones.
Rápidamente, su caso saltó a los medios, ya que no era la primera situación violenta de este tipo que se producía en los últimos meses. Y esto hizo que la gran mayoría de la población se manifestara respaldando al joven y solicitando medidas contra hechos deleznables como ese.
La agresión homófoba es ahora desmentida por el joven
Los agentes de policía al frente del caso tenían claro que había cosas que no cuadraban en la versión dada por la supuesta víctima. Y es que las cámaras de la zona donde el chico vivía no habían grabado a ningún grupo que pudiera estar formado por los agresores. Es más, los vecinos interrogados no habían visto nada raro ni tampoco habían oído nada.
Además, los investigadores analizaron las redes sociales de él e incluso su móvil. Y ahí descubrieron algo: el día de la supuesta agresión había quedado para practicar sexo masoquista con dos hombres.
Estas conclusiones se plantearon a aquel y finalmente ha acabado confesando la verdad. Ha reconocido que no fue víctima de los ataques de encapuchados. Las heridas que presenta en su cuerpo fueron consentidas dentro de una relación sexual.
Al parecer, ha confesado que, tras serle infiel a su chico, descubrió la gravedad de las laceraciones que tenía. Para ocultarle la deslealtad a aquel se inventó que había sido agredido. Y ha reconocido que si denunció fue porque su chico así se lo aconsejó.
De igual modo, según ha dado a conocer, el chico ha afirmado que solo lo hizo para tapar su error. Pero ha reconocido que “se le había ido de las manos”.
Tras su confesión, la policía ha cerrado el pertinente atestado. Eso sí, el caso ha sido remitido a la Fiscalía para que, si lo estima oportuno, impute al joven un delito de denuncia falsa. Delito que le podría llevar a afrontar una pena de cárcel de entre seis meses y dos años de cárcel.
Pero, por el momento, el chico está en libertad.
Las redes sociales 'arden' contra el engaño
Igual que se inundaron de mensajes respaldando a quienes creían víctima, las redes también lo han hecho ahora atacando a aquella por su mentira. Le han echado en cara que 'juegue' con asuntos tan serios. Asimismo, le han culpado de ensuciar una problemática tan grave como es la violencia homófoba que se está produciendo en nuestro país.
No obstante, hay quienes también han usado Twitter para dejar algo claro. Y es que, aunque el joven haya mentido, este tipo de agresiones existen y van en aumento en los últimos meses. Este ha sido el caso, por ejemplo, de Irene Montero, ministra de Igualdad.
Ella ha escrito: “Los delitos de odio contra el colectivo LGTBI se han incrementado en un 43 % en el primer semestre de 2021. Que el árbol no nos impida ver el bosque”.
Palabras a las que se han sumado las de otras muchas personas, entre ellas la periodista Carme Chaparro. Esta ha dicho: “Es terrible el daño que puede hacer una sola persona al miedo y al sufrimiento de todo un colectivo. Ojalá lo pague”.
“Porque este mentiroso arroja una sombra de duda sobre las víctimas reales, las que son atacadas por homófobos e intolerantes. Acabemos con los mensajes de odio”.
De la misma manera, el también periodista Aimar Bretos ha sido muy claro en la Cadena SER. Ha dicho: "Puede que no lo hayan sentido nunca, pero ese temor es real, puramente real y no hay denuncia falsa que lo diluya".
Unos planteamientos estos que son apoyados por multitud de ciudadanos. Sí, porque durante este año son varias las agresiones que han sufrido gays y lesbianas. Por esto, a pesar de la citada denuncia falsa, varias urbes del país han acogido manifestaciones reclamando medidas ante lo que está sucediendo.