Zaragoza ha sido en las últimas horas el escenario de un nuevo parricidio. Un joven de 28 años ha matado a su madre de 54 con un arma blanca y luego se ha suicidado tirándose desde un cuarto piso. La policía está investigando los hechos, aunque parece que el joven padecía trastornos psiquiátricos.
Los hechos ocurrieron ayer a las 19:15 horas, tras una fuerte discusión en el domicilio donde vivían el joven y su madre. Se trata de un cuarto piso en el número 1 de la calle Cigüeñas, en el barrio zaragozano de San José. Fue una vecina la que avisó al 091, para que interviniera la policía.
Agentes de la Policía Nacional y una ambulancia se dirigieron hasta el lugar de los hechos. Sin embargo, los agentes no pudieron evitar que el parricida se suicidara, ni los sanitarios pudieron hacer nada por la madre. El barrio está sobrecogido por unos hechos que, según dicen, nadie se esperaba.
No constan denuncias previas
El Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza se ha hecho cargo de las diligencias por el parricidio. Según avanza el Heraldo de Aragón, vecinos y gente del entorno aseguran que el joven tenía problemas psiquiátricos. Lo veían pasear el perro por la zona con frecuencia, pero nunca hablaron con él.
Afirman que era una persona reservada y que no se le conocía oficio alguno. Sin embargo, nadie sospechaba que un suceso así podría tener lugar en el barrio y ha cogido a todos por sorpresa. Al parecer no constan denuncias previas, aunque este extremo tendrá que ser confirmado por la investigación.
Familiares de la víctima se desplazaron hasta el lugar de los hechos visiblemente afectados por lo ocurrido. Entre ellos estaban la madre de la mujer y una hija suya, que siguieron los acontecimientos consternados. El suceso despertó la expectación de decenas de vecinos en los balcones y a pie de calle.
'Vete arriba que ha matado a su madre'
Varias patrullas de Seguridad Ciudadana fueron los primeros en acercarse hasta el lugar de los hechos. Después llegó el grupo de Homicidios junto a las ambulancias de soporte vital y personal de los servicios funerarios. Ni los agentes ni los sanitarios pudieron hacer nada para evitar la tragedia.
Madre e hijo estaban solos en el momento del asesinato, que se desencadenó tras una fuerte discusión. “He visto caer el cuerpo a la calle, estaba tomando un café y me he quedado en shock”, explicaba un testigo presencial. El cuerpo quedó entre la acera y la calzada de la citada ubicación.
Los primeros agentes intentaron intervenir con rapidez: “Coge la palanca y vete hacia arriba que ha matado a su madre”. Sin embargo, víctima y agresor estaban muertos y no hubo nada que hacer. Cuando llegaron arriba encontraron el cadáver de la mujer, junto a la puerta, en medio de un charco de sangre.
No conocían al parricida
Algunos vecinos no habían visto nunca al parricida, y otros lo conocían solo de vista. Algo muy extraño, afirman, “porque vivimos en la zona y más o menos nos conocemos todos”. Tras el suceso muchos vecinos se preguntaban quién era el joven que había matado a su madre y se había arrojado al vacío.
Quien sí conocía a la víctima era una vecina de un edificio cercano, que además fue con él al colegio situado a pocos metros. “Creo que tenía algún problema mental, puede que esquizofrenia”, apunta. Según relata, no había vuelto a hablar con él desde que acabaron la primaria ni sabía de qué trabajaba.
La policía instaló una pequeña carpa de color rojo en la calle donde quedó tendido el cuerpo sin vida del agresor. Los servicios funerarios se llevaron los dos cuerpos a las 20:30 y las 21:00 horas. Pasadas las 22:00 horas los agentes estaban aún en la vivienda de la víctima, recabando pruebas para la investigación.
Los cuerpos fueron trasladados al anatómico forense, donde en las próximas horas se les practicará la autopsia. Este es el segundo parricidio que tiene lugar en Zaragoza en los últimos años. El 28 de julio de 2020, un joven esquizofrénico mató a su padrastro de 69 años e hirió de gravedad a su madre.