Todavía existe gente que no se ha tomado muy en serio la pandemia provocada por el Covid-19. Con miles de personas contagiadas y otras tantas fallecidas en todo el mundo, hay quien se la juega poniendo su vida y la de los demás en riesgo. Esto mismo es lo que le ocurrió a un joven de 30 años cuando asistió a una 'fiesta Covid' en EE.UU.
Desde que se inició la crisis sanitaria, en el país liderado por Donald Trump, se han ido sucediendo numerosas reuniones de personas con la única intención de contraer el virus. El objetivo principal de estas 'fiestas' es contagiarse para así tener anticuerpos. Pero este joven de Texas no creyó que el Covid fuera real y acabó falleciendo como consecuencia de la enfermedad.
Según han explicado desde el Hospital Metodista en San Antonio donde el joven murió, este se reunió con un infectado para comprobar la veracidad del virus. La doctora Jane Appleby así lo relataba en 'The New York Times': «Se trata de una fiesta organizada por alguien diagnosticado con la Covid-19, y su intención es comprobar si el virus es real y ver cuántos se infectan».
Appleby cuenta que el joven, antes de fallecer, le confesó a una enfermera que había asistido a una de estas fiestas, algo de lo se arrepintió cuando ya era demasiado tarde: «Creo que cometí un error. Pensé que esto era un engaño, pero no lo es» fueron sus últimas palabras.
«No quiero ser alarmista, solo intentamos compartir algunos ejemplos para ayudar a nuestra comunidad a que se dé cuenta de que el virus es serio y se transmite fácilmente» añade la doctora advirtiendo sobre la moda de asistir a esta clase de fiestas.
Este hecho pone de manifiesto lo arriesgado que es asistir a una de estas reuniones con el único fin de contraer la enfermedad. Una costumbre que se está extendiendo por EE.UU y que ponen en jaque al país que ya encabeza la lista con el mayor número de personas fallecidas como consecuencia del virus.
«Asistir a una fiesta de este tipo puede ser el camino hacia una muerte prematura, o a una por fatiga crónica e implacable, dolor en el pecho, dificultad para respirar y fiebre diaria. Eso si se sobrevive» asegura el Dr. Glatter, médico de emergencias del Hospital Lenox Hill en Manhattan.