La situación en la que se encuentra la comarca catalana del Segriá, en Lérida, deja un gran retratado: el presidente de la Generalitat, Quim Torra. A medida que los contagios aumentan y la situación se escapa de control, en Cataluña la gente se pregunta por qué el gobierno catalán, responsable de la gestión en la nueva normalidad, ha sido incapaz de frenar los rebrotes.
La responsabilidad del gobierno catalán toma un significado más especial por dos razones. Por un lado, muchos lo comparan con la eficaz gestión del gobierno de Aragón que logró controlar unos rebrotes muy parecidos. Por otro lado, el fracaso de la Generalitat llega poco después de que el propio Quim Torra culpara a España de la gestión del Coronavirus.
La situación es muy delicada y en las últimas horas la consejera de Salud en Cataluña ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para no salir de casa si no es para ir a trabajar. También se han prohibido las reuniones de más de diez personas, las bodas y los funerales, y los locales de ocio nocturno. Esta semana será clave ya que miles de españoles podrían quedar confinados.
La peor amenaza que suponen los focos en el sector de los temporeros ha cogido al gobierno catalán sin recursos, ya que el secretario general de Sanidad dimitió hace semanas y aún no tiene sustituto, ni fortaleza moral para hacer frente a la crisis. La situación se agrava, además, con la extensión de los brotes fuera de control a la zona de Barcelona, en L’Hospitalet.
Toda la preocupació se centra ahora en L’Hospitalet de Llobregat, la segunda ciudad más poblada de Cataluña que podría seguir los pasos de Lérida y ser confinada. Quim Torra ha avisado que se tomarán las medidas necesarias este lunes, y la primera podría ser la cesión de las competencia al Gobierno central. El cierre de L’Hospitalet podría ser inminente.
Por ahora, el ayuntamiento de la localidad cercana a Barcelona ha cerrado pistas deportivas al aire libre para evitar contactos que faciliten la propagación del coronavirus. Las autoridades sanitarias trabajan en la identificación de los focos que han ocasionado un rebrote en la ciudad, con más de cien casos.
Pasos hacia atrás
Esta semana se prevé la creación de un comité de seguimiento del rebrote y ha explicado que se está a la espera de que las autoridades sanitarias informen del alcance de un foco que ha pasado, en pocos días, de 30 a 107 contagios.
A la espera de que la Generalitat tome una decisión definitiva, las autoridades locales tratan de conocer la relación entre las personas contagiadas y sus condiciones. Aún no hay transmisión local, ha tranquilizado la alcaldesa, pero ha apelado a los ciudadanos para que sigan todas las medidas propuestas por las autoridades para evitar que el brote se descontrole.
En ese sentido, no descarta buscar alojamiento para los enfermos en hoteles o en centros públicos, y ha añadido que según la evolución del rebrote de L’Hospitalet, si hay que tomar medidas más severas se tomarán sin problemas.
Esto coincide con las últimas declaraciones de Quim Torra que, ante la preocupación general, ha dejado claro que si hay que dar pasos hacia atrás, se darán. Mientras, ha instado a los ciudadanos de Cataluña a seguir la vida normal, aunque con mascarilla y respetando las medidas de seguridad. Los días que vienen serán clave para Cataluña y su presidente.