El 10 de abril de 2006 desapareció Josué, un chico de 13 años que vivía en Sevilla, concretamente en el barrio de Dos Hermanas. “El próximo abril hará 16 años que no está”, lamenta Isabel García, madre del desaparecido. “Ya no soy la misma, mientras que no sepa dónde está y qué ha pasado no volveré a vivir”, ha declarado recientemente.
Josué Monge paralizó al país y su búsqueda fue bastante sonada en los medios de comunicación. El paso del tiempo ha hecho que este caso quede en un segundo plano y la familia exige dar con las respuestas que nunca encontraron. La principal hipótesis que barajan en la actualidad es que el niño es víctima de la violencia vicaria.
Antonio Monge, padre del joven, tenía una relación muy tormentosa con Isabel García, la madre. Según ha salido publicado, Isabel sufría malos tratos y sospecha que su marido mató al chico para vengarse de ella. Las autoridades dan veracidad a esta teoría porque Antonio desapareció 13 días después que Josué y dijo: “Me voy al cielo con él”.
Isabel está destrozada y es incapaz de olvidar que su pareja pudo haber matado al niño, quiere recuperarle para conseguir que descanse en paz. “Yo sé que Antonio mató a mi hijo, sin ninguna duda sé que lo ha matado, pero quiero encontrarlo. Quiero llevarle flores al cementerio para que pueda descansar”, comenta durante una dura entrevista.
La madre del desaparecido ha confesado que sufrió malos tratos durante más de dos décadas, pero no tenía la fuerza suficiente para separarse. “Tuve todo tipo de agresiones: físicas, psicológicas y amenazas. No tuve el valor de denunciar porque me dijo que me mataría y que me quitaría a mis hijos”, ha confesado recientemente.
Nadie olvida a Josué Monge: “Era bueno y humilde”
Isabel García está convencida de que Antonio Monge, su exmarido, acabó con la vida del menor. Asegura que Josué desapareció justo cuando ella le dijo a Antonio que quería separarse. Exige que se haga justicia y que ninguna mujer vuelva a sufrir la pesadilla que está viviendo ella.
La madre de la víctima ha concedido una entrevista desgarradora para intentar que los medios de comunicación se hagan eco del drama. Según la opinión de los expertos, en casos como estos la colaboración ciudadana es de vital importancia. La familia del menor ha asumido que lamentablemente no seguirá con vida, pero quieren encontrarle para conseguir que descanse en paz.
"Mi hijo me recordaba mucho a mí porque tenía muchas ganas de vivir y era muy bueno y muy humilde. Recuerdo que ya estaba empezando con sus amiguitas, sus amiguitos", le cuenta Isabel a un periodista de confianza. El día que desapareció, un domingo de 2006, había quedado con un compañero para “jugar a la consola y dormir juntos”.
Antonio Monge, el principal sospechoso
Antonio, padre de Josué y expareja de Isabel, fue siempre el principal sospechoso del suceso. Primero porque desapareció 13 días después que su hijo y después porque todo ocurrió un domingo. Los expertos tienen la teoría de que Monge aprovechó este día para cometer el supuesto crimen, pues no tenía que cumplir con sus obligaciones laborales.
Según narra Isabel García, antes de la desaparición vio que Antonio estaba “manipulando una caja de herramientas”. Este hecho le pareció raro porque estaba recogiendo “bolsas y trapos” y no le decía para qué los iba a usar. Lo más llamativo es que el día que Josué Monge no regresó a casa “su padre se acostó tan tranquilo diciendo que al día siguiente tenía que ir a trabajar”
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