La Iglesia española vivió el pasado domingo, 19 de septiembre, un triste episodio dentro de una capilla. José Manuel Alonso Acevedo, un asturiano de 60 años, falleció después de sufrir una indisposición.
El hombre era ampliamente conocido en Asturias, ya que llegó a jugar en el filial del Sporting de Gijón. Más tarde jugó en el Lalín, en Galicia, donde se trasladó a vivir con su familia, aunque seguía acudiendo con frecuencia a la ciudad asturiana.
Fue precisamente durante las fiestas de Cimavilla, un barrio de la ciudad, cuando ocurrieron los hechos. Javier Gómez Cuesta, el párroco, estaba a punto de iniciar su misa en la capilla cuando José Manuel Alonso empezó a encontrarse mal. Se desconoce exactamente qué tipo de indisposición sufrió, pero lamentablemente no pudo superarla y acabó falleciendo.
Eran alrededor de las once de la mañana cuando los feligreses que faltaban por llegar acudían a la capilla. La misa iba a cerrar los actos religiosos de las fiestas de Nuestra Señora de la Soledad. Pero tras lo ocurrido, el barrio ha decidido suspender el resto de sus fiestas.
José Manuel acababa de llegar prácticamente a Gijón para estar con sus amigos y conocidos durante las fiestas. Iba a pasar el fin de semana con su familia antes de volver a Lalín, en Pontevedra, donde vive con ellos.
En el momento de su muerte, junto a él estaba su pareja, Luisa Victoria Rodríguez. Junto a ella quería visitar la capilla de La Soledad, como solían hacer cuando venían a la ciudad.
"Siempre se acercaban a la capilla", explicó el cuñado de la víctima, Valentín Abarrio. "Íbamos a vernos porque están quedando en mi casa, pero ellos fueron a la capilla y yo fui a tomar un café. Y cuando me llamaron...", lamenta Valentín.
Según han contado algunos testigos, José Manuel estaba con su pareja dentro de la capilla. En un momento dado, y por razones que no están claras, el hombre se desvaneció delante de todos y cayó desplomado al suelo.
Rápidamente los asistentes llamaron al 112, que enviaron una ambulancia y a varios sanitarios. José Manuel fue atendido 'in situ' y los servicios de emergencias intentaron reanimarle durante 40 minutos. Lamentablemente, José Manuel no pudo superar su estado y acabó perdiendo la vida.
Al lugar de los hechos también se trasladó una patrulla de la Policía Local y más tarde se les unió la Policía Nacional. Los agentes intentaron controlar la situación en una capilla llena de gente y permitieron la llegada de los sanitarios.
La reacción del párroco también fue muy rápida. Con José Manuel todavía en el suelo y luchando por su vida, el párroco decidió suspender los actos religiosos que iban a celebrarse ahí.
Ante esta situación, algunas personas empezaron a abandonar la iglesia, ya que no había misa y no querían molestar a los sanitarios. Otros, en cambio, se quedaron a esperar un final feliz que tristemente no llegó.
Los asistentes quedaron muy conmocionados cuando conocieron que José Manuel había perdido la vida. También el coro Voces de Cimadevilla, que iban a actuar durante la misa.
Luisa, la pareja de la víctima, tuvo que ser atendida por los sanitarios por el estrés de la situación que acababa de vivir.
La muerte de José Manuel obliga a suspender las fiestas
José Manuel Alonso Acevedo tenía 60 años en el momento de su muerte. Tenía a su pareja y a dos hijos, que conformaban una familia bien conocida en el barrio de La Arena. Allí, sus padres habían regentado un negocio durante muchos años.
Por este motivo, su muerte ha caído como un jarro de agua fría sobre la zona. La Fundación Municipal de Cultura suspendió los actos del festival Al Resve que se iban a celebrar por la tarde.
También se suspendió un concierto de Rubén Alba y Nel de Purnea que iban a celebrarse durante las fiestas. Este lunes, sobre las 17:00, se ha celebrado el funeral en la iglesia de San Julián, en Somió.