Hay dos nuevas pruebas que vinculan a Jorge Fernández con el asesinato de su mujer Pilar Garrido en México. Las autoridades detuvieron al mexicano, ya que aste ofrecía versiones contradictorias a la Policía de Tamaulipas. Hay dos cosas que arrojarían algo de luz a los hechos: las cámaras de seguridad de Ciudad Victoria y el teléfono de la víctima. El coche de Fernández fue captado por las cámaras de seguridad cuando entraba en Ciudad Victoria a las 21.00 horas, desbaratando la versión del marido de Pilar y profesor de Criminología, quien afirmó que aquella misma tarde su mujer fue secuestrada por dos hombres en mitad de la carretera.
Según Fernández, el secuestro se produjo alrededor de las 17.30 horas y tras el suceso se dirigió de inmediato a Ciudad Victoria. Sin embargo, entre los dos puntos hay unos 150 kilómetros, por lo que el trayecto se estima en dos horas como máximo. «La carretera por la que circuló Fernández es buena y aquel día no hubo tráfico» señalan los investigadores en declaraciones que recoge ‘El Mundo’. Por otro lado, la Fiscalía de Tamaulipas ha geolocalizado el teléfono móvil de Pilar Garrido, situándolo en el mismo lugar de sus restos y a una hora de la zona en la que, según Fernández, se habría producido el supuesto secuestro.
Los restos óseos de Pilar fueron hallados el 27 de julio en una zona situada entre Soto de la Marina y Ciudad Victoria, en dirección contraria a la que el marido de la víctima dijo que los captores habían huido. Otra prueba concluyente habrían sido los amplios conocimientos del mexicano en Criminología: «Él primero denuncia por secuestro, sin robo, porque sabe cuáles son los protocolos de actuación tras un secuestro, que durante siete días se limitan las investigaciones» señala el Ministerio Público. Por otro lado, Fernández lavó tres veces su coche tras poner la denuncia, lo que provocó las sospechas de los investigadores. «A juicio de la Fiscalía se puede establecer con claridad su responsabilidad» concluye uno de los investigadores del caso.