Jonathan Watson

Jonathan, el preso que ha acabado con la vida de dos pederastas en la cárcel

"Son la peor pesadilla"

Los hechos han ocurrido en California, Estados Unidos, cuando el recluso Jonathan Watson, confesó que asesinó a dos presos acusados de pederastia al enterarse de los motivos por los que habían llevado a los hombres a la prisión.

En el caso de las víctimas estaban sentenciadas a cadena perpetua por delitos relacionados con abusos sexuales a niños menores de 14 años y se burlaban de los mismos en una habitación cuando se incorporaban con el resto de los reclusos mientras miraban el canal infantil en la televisión, así lo explica el testigo.

Por su parte, el autor confeso de los hechos, Watson mató con un bastón a golpes a la primera de las víctimas en la celda. Momentos después del fallecimiento de esta, mató al otro hombre en el pasillo.

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Watson no soportaba la presencia de los nuevos presos

Sin mentir en ningún momento, en un escrito al medio ‘The Mercury News’, el preso de 41 años de edad, explica lo ocurrido y lo que le condujo al asesinato de los dos pederastas. J.W. aseguró que había matado David Bobb, de 48 años, y a Graham De Luis-Conti, de 62 años, con ayuda del bastón de otro recluso una semana después de haber sido transferido al centro penitenciario.

Tal y como cuenta en la carta, los hechos se iniciaron cuando el recluso fue conducido a un cuarto común donde conoció a la primera de sus víctimas. Su compañero le confesó el por qué se había adentrado en el centro haciendo mención a su acusación por los abusos sexuales a niñas menores de 14 y que por ello cumplía condena perpetua. Este mismo se pasaba las horas viendo canales infantiles en la televisión, un hecho que Watson no soportaba y que no «le permitía dormir».

«No podía dormir sin hacer lo que todos mis instintos me decían que tenía que hacer en ese momento, así que recogí todas mis cosas porque sabía que la situación se resolvería bien de una forma u otra», escribió.

Al día siguiente, dos horas antes de producir los dos asesinatos, J.W. afirmó claramente sus intenciones a uno de los guardias de la prisión y le pidió un cambio de cuarto urgente. En ese mismo momento y pasando por alto la advertencia del recluso, el funcionario de prisiones que hizo caso omiso y no tomó medidas para evitar el altercado que terminaría con la vida de los dos presos, se burló de Watson. Así lo recuerda el culpable de los hechos.

«¿Realmente verá esto delante de todos nosotros?»

Totalmente fuera de sí y sin entender la respuesta del funcionario, al volver a su celda Watson vio que su compañero Bobb seguía viendo el canal infantil y pensó: «¿Realmente verá esto delante de todos nosotros?». Sin más dilación y superado por la situación, se acordó que contaba con uno de los bastones de su antiguo compañero de celda y a golpes, terminó arrebatándole la vida al pederasta en la habitación.

El autor del crimen tenía muy claro que le confesaría lo ocurrido a uno de los agentes para entregarse. Sin embargo, por el camino se encontró a su segunda víctima, De Luis-Conti, un traficante de menores, también encerrado y condenado a cumplir cadena perpetua. Al verle y con el mismo bastón que le dio la muerte a Bobb, Watson mató a Luis-Conti, según ABC.

La carta finaliza con la explicación de Watson en referencia al mal trago de las familias de los menores hacia los abusos sexuales sufridos a los mismos: «Estoy en una posición única donde tengo acceso a este tipo de personas y muy poco que perder. Estos individuos son la peor pesadilla de cualquier padre», relató.

El preso explicó que se declarará culpable ante la justicia y que no descarta hacer lo mismo su en un futuro vuelve a compartir celda con otros pederastas.