La tarde del pasado 8 de febrero un joven de 19 años, Johan, asesinó de forma brutal a su ex Claudia, una adolescente de 17 años. Un mes después, el suceso sigue consternando a los vecinos de Totana (Murcia), donde se cometió el crimen. La Verdad ha publicado ahora el informe elaborado por la Guardia Civil.
El informe policial revela datos desconocidos sobre la agresión y confirma el ensañamiento del agresor sobre la víctima. Según la investigación, la chica intentó defenderse hasta el final pero quedó a merced de un asesino desbocado. En el cuerpo de la adolescente había más de cincuenta puñaladas.
La muerte de Claudia se produjo después de que hubiera decidido poner fin a la relación con Johan. El crimen destapó la verdadera personalidad del asesino, un chico educado y estudioso que llevaba dentro un monstruo alimentado por los celos posesivos. Montó un macabro plan para matar a su presa.
La víctima se defendió
Claudia Abigail fue hallada muerta en un trastero del bloque de pisos donde ella y Johan solían ir cuando eran novios. La chica llevaba horas desaparecida, y su ex había negado ante la policía saber dónde estaba. Fue la madre del chico quien llamó a la policía después de que este le confesara los hechos.
La policía no tardó en construir la primera hipótesis del crimen: Johan había atraído a su ex con engaños para acabar con su vida aprovechando que estaban solos. La investigación ha confirmado esta teoría y ha añadido nuevos detalles. Estos revelan que el asesino actuó con la clara intención de acabar con la chica.
La inspección ocular y la autopsia de la víctima demuestran dos cosas: que Johan actuó con gran ensañamiento, y que Claudia intentó defenderse. El asesino la habría atraído hasta el lugar donde solían estar juntos cuando eran pareja. Una vez allí desató un ataque feroz armado con un cuchillo.
Le desfiguró la cara
Según el informe de la Guardia Civil, Claudia Abigail causó una gran cantidad de pequeñas lesiones a Johan durante la agresión. El agresor tenía heridas en el cuello, los brazos y el pecho. Así lo revelan las fotografías que tomaron al cuerpo del asesino y las muestras tomadas de las uñas de la víctima.
Además, el cuerpo de la víctima presentaba hasta 57 puñaladas en la espalda, el cuello y los glúteos. Esto revelaría que el autor de los hechos no sólo actuó con ánimo de matar, sino con la voluntad de hacer daño. No satisfecho con ello, desfiguró el rostro de la chica con dos grandes cortes en la cara.
Las puñaladas en la espalda se produjeron por encima de la ropa, pero las de los glúteos estaban propinadas directamente en la carne. Sin embargo, el pantalón de la joven estaba intacto, lo que indica que se los bajó expresamente para cometer el ataque. Tras haber cometido el crimen, se los volvió a subir.
El hallazgo del cadáver
El informe policial también precisa que el cadáver fue hallado en el trastero de la vivienda boca abajo, tapado con colchones y sin zapatillas. En el suelo había un gran charco de sangre. En la vivienda del acusado encontraron dos zapatillas suyas manchadas de sangre y con pelos de la víctima en la suela.
La investigación ha conseguido recabar pruebas más que suficientes como para señalar a Johan como el asesino de Claudia. Las evidencias son aplastantes, y la familia ha contratado los servicios del abogado Raúl Pardo-Geijo Ruiz para ejercer la acusación. El asesino está en prisión provisional sin fianza.
El relato incluye los antecedentes de violencia física y psicológica a la que era sometida la joven por parte de su novio. Claudia había sido visto con moratones en el instituto, y sus compañeros aseguran que Johan no la dejaba acercarse a nadie. Sus celos posesivos le hacían ejercer un control total sobre ella.
Una historia de maltrato
A ojos de los demás, Johan se presentaba como un chico estudioso y educado aunque no tenía mucha vida social. Claudia, dos años menor que él, se convirtió en todo su mundo y hallaron su refugio personal en el trastero de su vivienda. Allí pasaban las horas haciendo peyas en el colegio.
Pero a diferencia de Johan, Claudia era extrovertida y sociable, una chica siempre alegre con ganas de comerse el mundo. El estrecho universo de Johan se le quedaba pequeño, y cansada de estar siempre controlada decidió pasar página. Le dejó, y conoció a un chico con el que estaba empezando un romance.
Esa fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de Johan, que preparó su venganza a traición. Aprovechó que los dos estaban solos en el trastero para ejercer su superioridad física sobre una chica indefensa. Ahora espera su sentencia desde la cárcel de Sangonera La Verde, en Murcia.