Jaime era una de esas personas que no querían vacunarse contra la COVID por miedo a los efectos secundarios. El miedo infundado por algunas noticias que iban surgiendo sobre los efectos de estos productos fue demasiado para él y decidió no hacerlo.
Lamentablemente, Jaime acabó contagiándose del virus y engordando la lista de fallecidos por esta enfermedad en España. Fue todo muy rápido, en apenas 15 días el virus acabó con él, un hombre de 60 años que se consideraba sano.
Su cuñado ha explicado su historia para evitar que otras personas cometan el mismo error. Es cierto que las vacunas desarrollan efectos secundarios, como todos los medicamentos que existen en el mundo. En la mayoría de casos son leves que desaparecen en uno o dos días, quizás algo más en algunos casos.
Solo un puñado de casos han agravado hasta el punto en que el paciente muera. Y eso teniendo en cuenta que se están poniendo millones de pinchazos por todo el planeta. Pero esa información parece no ser suficiente para que algunas personas no terminen de perder el miedo a las vacunas.
El familiar de Jaime explica que él tenía más miedo a los efectos de las vacunas que al propio virus. Por desgracia, la quinta ola le alcanzó y se contagió. La enfermedad progresó muy rápido y el hombre tuvo que ser ingresado en el Hospital Insular de Las Palmas, en Canarias.
"La cosa se fue agravando cada vez más. Estaba intubado, estaba aislado", explica su cuñado en Telecinco. Jaime era un hombre sano, de unos 60 años, que todavía trabajaba y hacía vida con total normalidad.
"A veces pensamos que no va a ocurrir una cosa tan rápida", lamenta su familiar una vez ya es demasiado tarde para él. Tras 15 días de lucha contra el coronavirus, Jaime falleció en el mismo hospital donde estaba ingresado.
Muchos pacientes ingresados que no quisieron vacunarse
Allí mismo quedan hoy 10 pacientes con COVID que tampoco están vacunados. Domingo González es un intensivista que trabaja en ese mismo hospital y que ha querido mandar un mensaje. Quiere que la historia de Jaime no vuelva a repetirse y anima a la población que quede sin vacunar a que lo haga.
"Que la gente no espere, que no tengan miedo a la vacuna, que el negacionismo está matando", insiste desde las redes sociales. Domingo ha explicado que los 10 pacientes ingresados no quisieron vacunarse en su día por miedo.
Insiste en que no son negacionistas, pero sí que están influenciados por sus ideas y el miedo que transmiten al resto de población. Pero el hecho de enfermar les hizo cambiar de opinión: durante su ingreso, todos pidieron su dosis de la vacuna.
Lamentablemente, para Jaime ya era demasiado tarde, porque a los pocos días falleció. El resto se están recuperando, pero como acaban de sufrir la enfermedad todavía tardarán en poder recibir su pinchazo.
"Quiero llamar a la reflexión a los que no respetan las normas de prevención, a los que no creen. O a los que suponen que con ellos no va la cosa, para que nos ayuden a salvar vidas, a lo mejor hasta la suya o de su familia o amigos. Antes de que nos lleguen a la UVI, que ya podría ser tarde", explica Domingo.
"¡Por favor! ¡Ayúdanos a salvar vidas!", escribió en sus redes sociales en un mensaje que ya se ha hecho viral.
Para Jaime fue demasiado tarde. Tenía más miedo a los efectos secundarios que al propio virus, pero fue la COVID-19 quien acabó llevándoselo por delante.
Como él se están conociendo muchos casos en todo el mundo. Personas que no se vacunaron cuando pudieron y que acabaron pagándolo demasiado caro.