El futuro político en España puede dar un vuelco el próximo 12 de julio tras las elecciones que se celebrarán en Galicia y el País Vasco. Precisamente en el País Vasco, el PSOE de Pedro Sánchez acaba de recibir una tentadora oferta de Podemos que supondría un cambio de alianzas con un nuevo y polémico compañero de viajero.
La estrategia que Pablo Iglesias propone a Pedro Sánchez para por desbancar al PNV para formar un gobierno de izquierdas entre socialistas, Unidas Podemos y EH Bildu. Según fuentes de la formación morada, se trata de exportar el modelo que ya existe en Baleares, Comunidad Valenciana y La Rioja: «Es lo que queremos y lo que funciona».
La arriesgada estrategia que acercaría definitivamente el PSOE a EH Bildu llega apenas un mes después del acuerdo de las tres formaciones para la derogación de la forma labora. Ya entonces, el pacto tripartito causó un incendio en varios sectores políticos y sociales, e incluso dentro del propio PSOE.
Ahora, el entorno de Sánchez trata de echar tierra sobre la posibilidad de una reedición del acuerdo entre lo que Podemos denomina «fuerzas del cambio». En plena campaña electoral y con negociaciones importantes encima de la mesa para el futuro inmediato de España, el PSOE quiere dejar atrás una cuestión especialmente delicada para ellos.
El acuerdo con EH Bildu hace un mes se materializó horas después del ataque de la izquierda abertzale a la vivienda familiar de Idoia Mendia en Bilbao. Los ataques eran una respuesta por la huelga de hambre del preso etarra Patxi Ruiz, condenado por el asesinato del concejal de UPN en Pamplona, Tomás Caballero.
Los socialistas no quieren que se hable de un episodio que les dejó entonces en muy mal lugar. Sobre todo porque la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, justificó el ataque por «la situación extrema de un preso vasco» el mismo día de la firma del pacto.
Un aviso al PNV
En aquella ocasión, la idea de acercarse a Bildu no partió de Unidas Podemos, sino de la delegación socialistas, según fuentes cercanas a la negociación. El Gobierno de Sánchez necesitaba urgentemente los apoyos parlamentarios para sacar la prórroga del estado de alarma adelante, y el PSOE aceptó los términos del acuerdo sin rechistar.
Aunque luego el Gobierno rectificó y habló de una derogación «parcial» y no íntegra, el pacto logró que Bildu quedara normalizada como un partido con el que pactar. Eso fue lo que abrió la puerta a lo que ahora Podemos propone: un nuevo acuerdo a tres de mucho más calaje.
Este mismo jueves, los independentistas vascos salvaron al ministro Grande-Marlaska de su reprobación en el Congreso. Según Podemos, Bildu comparte «muchos de los planteamientos ideológicos con PSOE y Podemos» y eso podría servir como «un aviso al PNV».
Según la última encuesta del CIS, la suma de un tripartito entre PSE, Podemos y Bildu para gobernar la comunidad autónoma es tan posible como una reedición del acual gobierno en el que los socialistas apoyan al PNV de Iñigo Urkullu. La advertencia de Podemos es clara: «el PNV debe saber no son los únicos con los que podemos pactar».