Playas por grupos de edad. Esta es la idea que ha tenido uno de los lugares turísticos de sol y playa por excelencia de la costa española, Lloret de Mar, para disfrutar del mar este verano sin riesgo de contagios. Y es que el Coronavirus lo ha cambiado todo, y los municipios de la costa ya están pensando cómo hacer compatible el ocio con la seguridad.
Una de las ideas llega de Lloret de Mar, ese municipio de la costa catalana cuyo 90% de los ingresos proviene del turismo y que en verano pasa de 39.500 habitantes a 1,3 millones. Lloret pretende dividir cada una de sus dos playas en tres partes diferenciadas en las que sólo podrán entrar un determinado grupo de personas: en un sector los mayores de 65 años, en otro familias con niños, y en otro sólo los adultos.
El ayuntamiento pretende así salvar la temporada, y para ello se ha aliado ya con hosteleros y restauradores para preparar un plan que evite el desastre total. Teniendo en cuenta que tres de cada cuatro visitantes en Lloret son extranjeros, son conscientes de que esta será la peor campaña turística en muchos años, pero confían en que el turismo local y francés responda.
En ese sentido, la baza que les queda por jugar es la de la seguridad y por eso han diseñado un plan para dividir los más de dos kilómetros de litoral por zonas de preferencia. Para las familias quedará reservada la franja de arena de los miniclubs, mientras que los mayores de 65 podrán utilizar las zonas de arena por las que cruzan las pasarelas de acceso a la playa.
Ahora la duda es establecer el aforo máximo para cada una de esas zonas, pero de momento el ayuntamiento ya ha previsto la contratación de personal para que controle el acceso a las playas y que no se supere el límite permitido.
Los chiringuitos permanecerán abiertos, pero las duchas y los servicios públicos sólo se abrirán si se puede garantizar la seguridad de los bañistas. Otras medidas previstas son la prohibición del acceso de vehículos a la zona de playas para ofrecer más espacio libre entre peatones y ciclistas, y desinfectar los patines de agua después de cada uso.
Mamparas de protección en la recepción de los hoteles, desinfección extra en las habitaciones y reducción de mesas en las terrazas de bares y restaurantes. Estas son algunas de las medidas que también contempla Lloret junto con otros municipios de la costa catalana, que van diseñando sus planes para ofrecer la máxima seguridad a los turistas.
Dividir las playas en cuadrículas
Sin ir más lejos, el ayuntamiento de Vélez-Málaga prevé dividir sus 22 kilómetros de playas en cuadrículas y limitar el aforo en su interior, un plan en el que ya están empezando a trabajar otros sitios de España. Algunos, como el archipiélago canario, piden que se pueda ir a la playa desde la segunda semana de la desescalada con dos condiciones: máximo a una hora de casa y guardando la distancia de seguridad.
En Andalucía se contempla el 25 de mayo como fecha de apertura de las playas, mientras que en otras zonas como Comunidad Valenciana y Baleares son más prudentes y esperan indicaciones del ministerio de Sanidad. Otros territorios, como País Vasco, Murcia y Galicia esperan saber si habrá test suficientes, si se van a hacer controles de temperatura o cuál será el aforo permitido, y poder concretar así sus planes para salvar el verano más crítico.