El mes de mayo de 2021 está siendo uno de los más negros, quizás el más negro de todos, en cuanto a la violencia de género en nuestro país. Este año han fallecido 15 mujeres en nuestro país a manos de sus parejas o exparejas, 7 de ellas, la mitad, en las últimas dos semanas.
La última víctima se ha producido la noche del sábado al domingo, 30 de mayo. Ha ocurrido en la localidad de Alovera, en Guadalajara, donde un hombre de origen español y de unos 54 años ha asesinado a su pareja, una mujer de 41 años y de origen rumano. Según fuentes policiales, no había denuncias previas en la pareja por violencia machista.
El crimen se produjo alrededor de las 22:35 horas del sábado, hora en la que el 112 de Castilla-La Mancha recibió un aviso sobreuna mujer que había sido atacada con arma blanca. El servicio de emergencias movilizó a varios efectivos sanitarios con una UVI móvil que se desplazaron hasta la vivienda. También acudieron agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local, pero no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
El Ayuntamiento de la localidad ha convocado para este domingo un minuto de silencio en la Playa Mayor del municipio y ha mostrado su «rotunda repulsa y condena» por el asesinato de la mujer, que respondía a las iniciales de N.C.
El alcalde de Alovera, Juan Antonio Ruiz, ha expresado que «condenamos enérgicamente este brutal hecho y mostramos nuestra repulsa por esta tragedia», y ha recordado que hace pocos años otra joven de la localidad murió asesinada por su pareja en un municipio cercano, Meco, perteneciente a la Comunidad de Madrid.
Seis mujeres y un niño asesinados en 6 días
Si se acaba confirmando, el asesinato de esta mujer será el séptimo en nuestro país en las últimas dos semanas, después de que la semana anterior fuese negra con 6 víctimas en pocos días.
Hasta ahora, Katia había sido la última víctima de una lista que empezó con Warda, una joven de Sa Pobla, en Mallorca, que estaba embarazada y que fue asesinada a manos de su pareja. El de Warda, además, es el caso más trágico porque junto a ella murió también su hijo, Mohamed, de solamente 7 años.
Después de Warda le siguieron Betty y Lucía, dos mujeres de 52 años y de 42, vecinas de El Creixell, en Tarragona; y de Corbera de Llobregat, en Barcelona, respectivamente. Más tarde fue María Teresa, una asturiana de 48 años vecina de Pola de Laviana, quien perdió la vida a manos de su pareja, de quien se estaba divorciando.
De todas ellas, solamente Warda había puesto denuncias previas por violencia machista y entró en un sistema de protección de víctimas, pero ella misma decidió abandonar esa situación porque, según la Delegación del Gobierno, había notado un cambio de comportamiento de su expareja y empezó a recuperar una cierta convivencia.
Además, los agresores de Betty y Lucía se quitaron la vida después de asesinarlas. En el caso de Betty, su asesino se pegó un tiro, mientras que el de Lucía se ahorcó. Los otros dos agresores, los de Warda y María Teresa, se entregaron a la Policía, mientras que la pareja de Katia intentó suicidarse también, pero no tuvo éxito y acabó detenido.
Además de las mujeres, varios niños han salido víctimas de la violencia de género. El hijo de Warda, Mohamed, de 7 años, también falleció a manos de su padre. Lucía deja a dos niños huérfanos, de 9 y 13 años, y fue el mayor quien descubrió el cuerpo de su madre sin vida.
María Teresa tenía un hijo de 20 años que también fue quien avisó a la Policía de lo que había pasado. Y Katia, la última víctima hasta hoy, tenía un hijo de 12 años que residía en Nicaragua.