Kelvis Rodríguez-Tormes, detenido y acusado de homicidio

Acaban con la vida de un camarero de 22 del Burger King porque tardó demasiado

Kelvis Rodríguez-Tormes, de 37 años, ha sido detenido y acusado de homicidio en primer grado con un arma de fuego

Un joven empleado Burger King de tan solo 22 años murió en Florida por un disparo que le hizo en el local de comidas un hombre hispano. El asesino, Kelvis Rodríguez-Tormes, fue hasta el local requerido por una mujer que se quejó de la tardanza de su pedido, según informaron medios locales.

Desmond Armond Joshua, de 22 años, quien había empezado a trabajar en el restaurante apenas unos días antes, falleció en el hospital al que fue llevado de urgencia después del lamentable suceso ocurrido el sábado 1 de agosto en el condado Orange, situado en el centro de Florida, según la oficina del alguacil de la zona.

La mujr amenazó al empleado con que iba a llamar a «su hombre»

Aquella fatídica noche el local estaba muy lleno y los clientes tuvieron que esperar más de lo habitual para recibir sus pedidos de Burguer King, según cuentan los medios locales. Una mujer que esperaba su comida comenzó a enfadarse y a gritar y hasta amenazó al joven con que iba a llamar a «su hombre» para que solucionara la situación.

El personal del local de comida rápida la vio tan alterada que entregaron a la mujer un vale de 40 dólares y pidieron que se fuera de allí. Aunque se marchó del lugar, la mujer regresó al poco tiempo con «su hombre», identificado como Kelvis Rodríguez-Tormes, de 37 años.

«Tienes dos segundos antes de que te dispare», sentenció el homicida

Las cámaras de seguridad del local de comida rápida captaron cómo Kelvis Rodríguez-Tormes agarró al empleado por la cabeza e intentó asfixiarlo hasta que una persona que estaba cerca del lugar logró que lo soltara.

Rodríguez-Tormes abandonó el restaurante pero entró a su coche, cogió una pistola y regresó para acabar con el joven empleado de Florida. Antes de dispararle le advirtió: «Tienes dos segundos antes de que te dispare».

El hispano fue detenido y acusado de homicidio en primer grado con un arma de fuego, destrucción de evidencia (el arma todavía no apareció) y posesión de arma de fuego por una persona con una condena penal previa.