La española Alicia Esteve, conocida como Tania Head, fingió haber vivido los ataques del 11-S en primera persona. A sus 27 años, se inventó que había salvado su vida en el atentado de las Torres Gemelas.
La historia de Alicia, una mentira con todo lujo de detalles
Han pasado dos décadas desde aquella fatídica fecha y poco se sabe sobre las causas que llevaron a Alicia Esteve a inventarse tal patraña. También se desconoce su paradero actual cuando está a punto de cumplirse el 20 aniversario del 11-S.
Esteve contó que se encontraba en una de las plantas superiores de la torre sur del World Trade Center en el momento del suceso. Esta mujer aseguró haber presenciado el impacto del primer avión secuestrado por Al-Qaeda mientras estaba en las oficinas del banco de inversión Merill Lynch.
Esta catalana explicó en su momento que fue una de las 20 personas que logró escapar por una escalera de acceso restringido.
También señaló que Welles Crowther, le ayudó en su salida. Este hombre, conocido como el Héroe del Pañuelo Rojo, entró y salió en varias ocasiones del recinto para rescatar a más de una decena de personas. Finalmente, murió en el hundimiento definitivo de la torre sur.
La mentira de Alicia fue mucho más allá. De hecho, se inventó que estaba felizmente prometida con un flamante consultor, Dave, que había perdido la vida en la otra torre.
"Vi tanto sufrimiento en ese piso... Hasta el punto de que es algo que no quiero compartir con nadie", dijo la falsa víctima durante una entrevista con Investigation Discovery años después.
“Me lo he estado guardando para mí. Es un secreto que llevas contigo y se convierte en una carga porque realmente no puedes compartirlo con otras personas", añadió.
Al enterarse de su historia, fueron muchos los que se volcaron con ella. Algunos de ellos incluso habían estado en medio de la catástrofe o eran allegados de quienes perdieron la vida en el atentado.
En 2003, Alicia Esteve se unió a la Red de Supervivientes del World Trade Center, asociación de víctimas del 11-S que acabó presidiendo.
Durante años, esta mujer utilizó su propio dinero para financiar campañas de concienciación pública, que obtuvieron importantes logros para las víctimas de los atentados y sus familias.
En 2005, fue esta española quien hizo de guía al entonces alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, durante su recorrido por el museo de la Zona Cero.
El final de su estafa
Seis años después del atentado, la elaborada historia de esta supuesta víctima se fue a pique. Los periodistas David W Dunlap y Serge F Kovaleski, trabajadores en The New York Times, desmontaron su trágico relato.
El verdadero nombre de Tania Head era Alicia Esteve Head y nunca había estado prometida con Dave. La familia de este último negó conocerla o haber oído hablar de ella.
Además, esta mujer no trabajaba para Merrill Lynch y ni siquiera se encontraba en Estados Unidos aquel triste 11 de septiembre de 2021.
Pocos días antes de que saliese publicada su verdadera historia, esta española solicitó los servicios de un abogado. Juntos redactaron una declaración formal para presentar su versión de los hechos.
En este documento, la falsa víctima admitió que nunca había trabajado para Merrill Lynch y que Dave no era su prometido, solo habían salido durante unas semanas.
Cuando el diario neoyorquino publicó su investigación una semana después, la declaración del abogado de la española se vino abajo por su propio peso. Alicia Esteve había basado su relato en la propia historia de Ling Young, una víctima real de aquel fatídico atentado.
Esta catalana presionó para implementar un código de conducta que protegiera a los estafadores que afirmaban ser víctimas del 11-S mientras estuvo al frente de la Red de Supervivientes del ataque.
Angelo Guglielmo, cineasta y antiguo amigo de Alicia Esteve, fue uno de los primeros en comprobar que la historia de esta mujer no se sostenía. Este experto en cine quiso convertirla en una de las protagonistas del documental sobre el trágico suceso en el que estaba trabajando.
Otros miembros de la organización dirigida por Esteve comenzaron a hacerse preguntas sobre su testimonio. Al parecer su relato cambiaba según su interlocutor.
Guglielmo, director del documental La mujer que no estaba allí, cree que “Tania comenzó a acercarse a simplemente como un humano a otro y terminó convirtiéndose en una superviviente del 11 de septiembre".
En una entrevista con The Washington Post, el cineasta apuntó a que esta española "necesitaba esa intimidad, esa conexión. Necesitaba ser parte de esa comunidad y no una extraña".
Una patología previa
Por su parte, varios expertos en psicología y psiquiatría han estudiado el caso de esta mujer. Para ellos, detrás de su mentira podría esconderse una patología como el síndrome de Munchausen o la de mentirosa compulsiva.
"Los supervivientes de los ataques creían que gran parte de su curación provino de la ayuda de Tania", apunta por su parte Robin Gaby Fisher, coautor del libro La mujer que no estaba allí. "Necesitaban esa validación, y nadie pudo obtenerla por ellos, excepto Tania", añade.
Lamentablemente, quienes sí fueron víctimas de este terrible suceso y sus familiares llevan dos décadas sufriendo por un atentado que jamás podían ni imaginarse.