Nada hacía presagiar que el pasado 6 de agosto no sería un día más, un día tranquilo en el pueblo zaragozano de La Muela. Ninguno de sus habitantes esperaba seguramente que ya en las últimas horas de la tarde tendrían que contemplar un intento de asesinato a una de sus vecinas por parte de un sicario. Al final, la mujer pese a recibir un golpe con un palo sobrevivió gracias a la intervención de varios vecinos que acorralaron y capturaron al atacante.
Los vecinos cuentan que la víctima era una recién llegada al pueblo. «A ella no la conozco. Los que cogieron al que quería matarla sí sabemos quienes son porque son vecinos», dice una mujer a 'El Español'. Aunque se llegó hablar que podría tratarse de un atraco, la investigación de la Guardia Civil destapó que se trató de un encargo de asesinato por despecho.
Todo pasó sobre las 20.40 de la tarde. La mujer, de 41 años, estaba sentada en uno de los bancos de la plaza Corazón de Jesús, cerca de la fuente principal de este municipio de 5.700 habitantes. Una calle más atrás la estaba esperando su agresor, que junto a un cómplice que lo aguardaba en un coche para huir, había estado vigilando sus rutinas para buscar la mejor manera de acabar con su vida.
Habían estado preparando el ataque desde mediados de julio y durante ese tiempo fueron modificando las características de cómo llevarlo a cabo. La primera intención fue usar arma de fuego, en segundo lugar utilizando ácido y finalmente se produjo con la pata de una mesa de madera. El objetivo era ese, que parecía un robo con fuerza. El resultado como explicaban fuentes municipales solo se puede calificar de «chapucero».
Algunos vecinos explican como cogieron al agresor. Uno de los implicados explica que oyó gritar: «Cogedlo, que le ha dado una paliza a una señora». Confirma que no opuso resistencia: «Estaba cansado. Nos amenazó con el palo y poco más. Se lo quitamos y lo aguantamos. Otro vecino le ató las manos con una brida», relataba a 'El Español'.
Tras ser detenido por la Guardia Civil se acabó destapando toda la conspiración que estaba detrás del crimen. La instigadora de la agresión era otra mujer de 68 años que fue detenida en el barrio zaragozano del Oliver el 20 de agosto. Era la expareja del hombre con quién la víctima mantiene una relación sentimental.
La agredida relataba que en los tres años que hace que sale con su actual pareja no ha parado de recibir de la detenida. Tanto que La Muela ya era el tercer pueblo de Zaragoza donde se tenían que mudar, tras pasar por La Nuez de Ebro y La Puebla de Alfindén, según recoge 'El Periódico'.
Finalmente, la expareja decidió llevar a cabo sus amenazas y por eso contrató al agresor, un conocido de su nieto que se encuentra en una prisión francesa. El agresor, de 41 años y la instigadora están ya internos en la cárcel de Zuera por delitos de conspiración de asesinato, asesinato en grado de tentativa y pertenencia a grupo criminal. Un segundo hombre, de 35 años y que fue detenido el día 20 en Figueruelas, está en libertad acusado de cooperador necesario de un delito de asesinato en grado de tentativa y pertenencia a grupo criminal.