La historia de Haley Parke ha conmocionado a todos y está dando la vuelta al mundo. Esta mujer tomó una valiente decisión al saber que a su marido, enfermo de cáncer terminal, le quedaban apenas unos días de vida. Decidió adelantar el parto tres semanas para que John pudiera conocer a su hijo.
Miles de personas en todo el mundo se han emocionado con esta historia que la propia madre compartió en Facebook. Según cuenta ella misma, decidió avanzar el parto al conocer que el cáncer de su marido había empeorado. John Beeson Parke murió pocos días después de conocer a su hijo.
El niño nació este mes de diciembre, días antes de que un cáncer terminal se llevara a su padre. Era el segundo hijo de la pareja, y su progenitor pudo conocerlo gracias a la decisión que tomó Haley. Una decisión sin duda arriesgada, por la complicaciones que podían surgir al avanzar el parto tantos días.
Su segundo bebé
Haley y JB tuvieron a su primer hijo en junio de 2020, y hace unos meses recibieron la noticia de que esperaban otro bebé. Sin embargo, los médicos diagnosticaron a JB un cáncer terminal, y le dieron seis meses de vida. La enfermedad avanzó más rápido de lo esperado, y los meses se convirtieron en días.
Según cuenta Haley, JB fue ingresado en el hospital cuatro días antes por complicaciones del cáncer. Los médicos le comunicaron que le quedaban apenas unos días de vida. Esto dejó devastada a la pareja a falta de solo tres semanas para la fecha del parto de su bebé.
Fue entonces cuando Haley tomó la arriesgada decisión de adelantar el parto. Y con la ayuda de los médicos de UCI y de obstetricia, consiguieron que JB pudiera conocer a su segundo hijo antes de morir. “Este niño entró al mundo de la manera más valiente y mágica, con un milagro muy grande”, afirma la madre.
Una decisión arriesgada
A falta de tres semanas para la fecha del parto, Haley y JB decidieron adelantarlo y los médicos les ofrecieron una inducción. La madre reconoce que era arriesgado, pero la inminencia de la muerte de JB no les hizo dudar. Los médicos procedieron a practicar un parto vaginal, cuando de repente llegaron malas noticias desde la UCI.
El estado del padre había empeorado mucho y moriría en cuestión de horas. Los médicos decidieron practicar una cesárea para adelantar el proceso: “En ese momento o hacían una cesárea o John no conocería a nuestro hijo”. Veinte minutos después nació el bebé, y lo subieron dos pisos para colocarlo en el pecho de su padre.
En ese instante los signos vitales del hombre mejoraron repentinamente. “Hacía pequeños movimientos y dulces gemidos, reconociendo que nuestro hijo estaba allí”, explica. La madre se reunió con su marido y su bebé horas después, y pasó su recuperación mirando a John y admirada por su fortaleza.
El nombre del bebé
Días después del parto, “John respiró por última vez con nuestro hijo en el pecho y mi mano en la suya”. A pesar del parto prematuro, el niño nació sano con 3 kilos y los pulmones completamente desarrollados. “Dios preparó a nuestro hijo para ese momento”, dijo esta madre orgullosa de su bebé.
La madre recuerda emocionada el sentimiento con el que el personal médico vivió aquel instante mágico. “Algunos de ellos me dijeron que nunca olvidarán este acto de abnegación”, afirma. Y asegura que, a pesar de que muchos lo consideran valiente y heroico, ella simplemente lo llama amor.
“Actué por amor, puse mi confianza en dios de que esto era parte de su plan, e hice todo lo que tenía que hacer por amor, para cumplir la última voluntad de mi marido”, explica Haley. El 2 de diciembre nació el segundo hijo de Haley y JB, al que pusieron el nombre de John Beeson Parker, en honor a su padre fallecido.