Dos agentes de la Guardia Civil hablan con un pasajero durante un control de movilidad en Alguazas, Murcia (España)

La Guardia Civil avisa de una nueva estafa en su nombre: 'No somos nosotros'

La Benemérita anuncia que intentan vender espacios publicitarios en su revista

La Guardia Civil ha tenido que salir al paso de una nueva estafa que utiliza el nombre de la Institución para buscar presuntos anunciantes y pedirles aportaciones económicas fraudulentas. 

El cuerpo policial ha avisado que estos hechos se han detectado en la provincia de Almería y que están dirigidos a estafar a pequeñas y medianas empresas, a las que intentan convencer para que se publiciten en la revista 'Guardia Civil' a cambio de un pago de dinero. 

La estafa está en que la revista de la 'Guardia Civil', la única oficial de la Benemérita, no busca anunciantes, y en el caso de aceptarlos, tampoco pide aportaciones económicas. 

La Comandancia del cuerpo ha explicado que «es un problema ya de muchos años que afecta a gran cantidad de personas de buena fe que, creyendo hacer un bien para colegios de huérfanos, hermandades, mutuas o fundaciones», contratan estos espacios publicitarios sin saber que no existen y que el dinero pagado será utilizado por personas que se aprovechan de esa buena fe. 

La Guardia Civil ha avisado que la única revista oficial que tienen se titula 'Guardia Civil', aunque otros panfletos utilizan su nombre e incluyen en sus portadas y en sus en artículos fotografías donde aparecen agentes de diferentes especialidades, lo que da lugar a «confusión».

«Aunque estas revistas están generalmente autorizadas e inscritas en el Ministerio del Interior, son administradas y dirigidas por entidades particulares sin vinculación alguna con la revista oficial», aseguran fuentes policiales, y añaden que las captaciones de anunciantes para estas revistas se realizan a través de llamadas telefónicas. 

La Guardia Civil denuncia varias estafas en los últimos meses

Es habitual que la Guardia Civil denuncie las estafas que se extienden entre la población, ya sean telefónicas o por Internet, las más habituales y las que resultan más preocupantes para el grueso de la población, porque es más difícil controlarlas.

Hace apenas dos días ya tuvieron que emitir un comunicado alertando sobre falsos profesionales que se publicitan por Internet y que estafan a los clientes que recurren a ellos. El aviso surgió por la detención de un hombre de 46 años que se anunciaba como técnico de reparación especializado en calderas de gas y en aparatos de aire acondicionado. 

Este hombre habría cometido varios delitos de estafa utilizándose de Internet para anunciarse como técnico en la red, por lo que personas que necesitaban de sus servicios contactaban con él, mediante una supuesta centralita de teléfono. 

Los clientes dejaban sus datos y su dirección, y al día siguiente aparecía este hombre, que valoraba la avería y pedía a los propietarios el dinero para comprar la pieza o las piezas que, a su criterio, estaban defectuosas para poder hacer la reparación. 

Su 'modus operandi' variaba en dos líneas distintas: A veces cogía el dinero de los propietarios, se iba a buscar la pieza y ya nunca más aparecía. En otras, volvía para simular arreglar la caldera o el aire acondicionado y se iba, pero cuando los propietarios llamaban días después para reclamar que su electrodoméstico no funcionaba, no encontraban a nadie al otro lado del teléfono. 

La Guardia Civil detuvo a este hombre, pero avisó de que no se trata de un caso aislado y de que hay muchas personas que aprovechan la globalidad de las redes sociales y de Internet para ofrecer unos servicios que finalmente no realizan. 

En estos casos, los expertos recomiendan siempre que no se haga ningún pago hasta que el servicio se haya completado, y de hecho las personas que hayan tenido que recurrir a estos servicios en alguna ocasión saben que el técnico compra el material de su propio bolsillo y que luego lo incluye en la factura final.

Por esta razón, el cuerpo policial pide a los ciudadanos que no intenten recurrir a estas reparaciones 'en negro', para ahorrarse algunos gastos derivados del servicio, porque algunos estafadores lo aprovechan para estafar.