Los planes de pensiones privados tienen las horas contadas. El Gobierno español quiere despedirse de ellos para siempre y está llevando a cabo medidas para que pasen a ser residuales y se extingan.
En un intervalo de tiempo de corto-medio plazo van a intentar eliminar el ahorro privado. Los planes de empleo, los grandes beneficiados de este proceso.
Una idea que ya calienta motores
La intención es que solo se mantenga el superfondo público de pensiones maquinado por el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, y los planes de empresa.
Los Presupuestos de 2021 ya indicaron por donde iban a ir los tiros. Se produjo una reducción de 8.000 a 2.000 euros en la deducción fiscal por aportaciones a planes individuales. Y por si parecía poco, se tiene previsto reducirlo hasta los 1.500 euros en el ejercicio de 2022.
El Gobierno siempre se ha mantenido firme en el pensamiento de que estos fondos de pensiones presentan unas comisiones francamente elevadas y que las deducciones solo benefician a la clase alta.
Para defender esta teoría, la ministra de Hacienda María Jesús Montero, ha señalado que de este grupo de personas tan solo el 8% aporta más de 4.000 euros. Actualmente, 7,4 millones de personas tienen ahorros privados.
Tardará lo suyo
Lo que busca realmente el Gobierno es fulminar completamente los planes de pensiones privados, pero son conscientes de que será un proceso largo y dificultoso.
Por otro lado, el Ministerio de Hacienda ha explicado que es un término que aún no se ha puesto sobre la mesa. Lo primero es aprobar la reducción de los Presupuestos del año que viene, y esperar al informe de los expertos para la reforma fiscal programada.
La Agencia Tributaria no ha querido mojarse, y ha aprovechado el informe para tener una excusa. Montero ha afirmado que no puede llevarse a cabo ninguna acción impositiva sin conocer cuál es la conclusión de los expertos, en febrero de 2022.
Será en esos momentos cuando empiece la gran revolución fiscal del Gobierno para el 2023, aunque difícilmente puedan confirmar el fin de los planes individuales para ese año.
Esto es la guerra
El sector asegurador y financiero ha mostrado su completo descontento en la decisión de acabar con el ahorro privado. Patronales como Inverco, Unespa y CEM cargaron duramente contra el Gobierno.
Han señalado que la deducción a 1.500 euros perjudicará a 1,2 millones de trabajadores y a 3 millones de autónomos. Además, la reducción del 2021 ya supuso una bajada del 40% de las aportaciones.
Estos son los motivos por los que han empezado una guerra abierta contra el Gobierno. Cabe destacar que estos son los sectores que gestionan el ahorro privado, y que según ellos, "de forma virtual, han matado los planes individuales".
De esta manera, han considerado que el Gobierno no tendrá ningún tipo de miramiento en eliminar el incentivo fiscal por qué "lo difícil ya se ha hecho".
Cada uno mira su ombligo
El Gobierno ya tiene la mirada en el futuro, donde imaginan un esquema más publico y colectivo. Para llevar a cabo dicho proyecto, darán el máximo apoyo al superfondo de Escrivá.
Este plan se basa en la suma de varios macrofondos de pensiones para empresas y autónomos con gestión privada. Fue obtenida por concurso y por una supervisión pública.
A través de esta iniciativa, el Gobierno busca aumentar el número de habitantes españoles que tienen un plan de pensiones, ofreciendo menores comisiones.
Quieren justificar su inversión diciendo que el sistema privado es regresivo fiscalmente. Además, han decidido que en el ejercicio de 2022 se revisarán al alza los planes de empresa, de los 8.000 a los 8.500 euros.