El ministro de Sanidad, Salvador Illa, durante su comparecencia ante los medios tras la Conferencia multisectorial en Madrid, 27 de agosto de 2020

El Gobierno, 'empujado' a tomar medidas más restrictivas tras saberse nuevos datos

Salvador Illa señala que no está entre los planes a corto plazo aplicar el confinamiento domiciliario

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, durante su comparecencia ante los medios tras la Conferencia multisectorial en Madrid, 27 de agosto de 2020
El Gobierno, 'empujado' a tomar medidas más restrictivas tras saberse nuevos datos | Europa Press

El fin de semana del 31 de octubre y del 1 de noviembre se ha convertido hasta el momento en el peor de la segunda ola de coronavirus, con 55.019 nuevos contagios y 379 fallecidos más.

Esto ha supuesto que el Gobierno se plantee que las medidas que fueron aprobadas el pasado jueves, cuando se prorrogó durante seis meses el estado de alarma, no sean suficientes para afrontar la inminente evolución de la epidemia durante las próximas semanas. 

Según los datos oficiales del Gobierno, la cifra de contagiados en España ha aumentado a 1.240.697, mientras que la de defunciones a causa del virus ha aumentado a 36.255. Desde el viernes 30 de octubre, se han notificado casi 3.000 infecciones más que el fin de semana anterior. 

Una cifra que es incluso mayor porque en ella no se incluyen los datos de Cataluña, una de las comunidades más afectadas de la epidemia, ni tampoco de las residencias. 

En los hospitales, los pacientes ingresados por Covid-19 ya están ocupando el 15,51% de las camas y un 27,97 en el caso de las camas de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). 

Algunas regiones demandan el confinamiento

Tras el incesante aumento de positivos por coronavirus en todo el país, el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha demandado al Gobierno que apruebe el confinamiento domiciliario a todos los ciudadanos de esta comunidad durante los próximos 15 días. Una medida que también ha sido solicitada por Melilla y a la que podrían sumarse Andalucía, Castilla y León y el País Vasco. 

Sin embargo, se trata de una restricción que ha sido descartada por Salvador Illa. El ministro de Sanidad ha rechazado permitir el aislamiento de la población y ha pedido tiempo para que las medidas incluidas en el decreto de estado de alarma demuestren su efectividad. 

«Ni estamos trabajando en ello ni lo prevemos. Pensamos que con el abanico de medidas que están a disposición de las autoridades de las comunidades autónomas para poder actuar es suficiente». Asimismo, Illa ha solicitado «no entrar en una especie de competición para ver quién toma la medida más dura». 

Tal y como han afirmado algunas fuentes del Ministerio de Sanidad a 'El Español', antes de decretar un nuevo confinamiento domiciliario estricto, se tendrían en cuenta otras alternativas como el cierre de bares, restaurantes y locales de ocio. Así, se conseguiría limitar la actividad de los ciudadanos sin tener que recurrir a una medida tan drástica.

Quejas por la actuación del Gobierno

«El Gobierno no ha hecho su trabajo. Cárguense las pilas porque nos vamos a morir. No podemos más y se lo estamos advirtiendo», señaló Ana Oramas, la diputada de Coalición Canaria el pasado jueves en el Congreso, durante el debate para la aprobación de la prórroga del estado de alarma. 

«Tenemos complejo de Pepito Grillo, pero este estado de alarma se va a quedar viejo en una semana y van a tener que traer otro aquí con medidas más contundentes», destacó por su parte, Inés Arrimadas, quien dijo que las medidas del Gobierno llegaban «tarde, como siempre». 

La preocupación del Gobierno ante los actos vandálicos

Por otro lado, también existe temor de que el vandalismo que ha tenido lugar en diversas ciudades de España vaya a más. A pesar de que los altercados parecen hechos muy inconexos entre sí, son muy extendidos por toda España. 

Aunque nadie duda de que la protesta contra el toque de queda es simplemente una excusa para realizar actos vandálicos e incrementar la tensión social, si estos disturbios se mantienen en el tiempo y coinciden con la llegada de malos datos económicos, el cierre de empresas y el despido de trabajadores, podrían sumar en breve amplios sectores sociales afectados por la crisis y esto sí es algo que preocupa al Gobierno.