No es la primera vez, pero sigue generando el mismo rechazo. La ministra de Educación, Isabel Celáa, volverá a permitir mediante un real decreto que se pueda pasar de curso sin límite de suspensos aunque eso contradice una ley de rango superior como la Lomce. La decisión ha quedado aprobada este martes en el Consejo de Ministros.
Educación ha anunciado en un comunicado la aprobación del real decreto, que incluye medidas extraordinarias para favorecer el desarrollo del presente curso escolar y según el cual «se adaptan los criterios de evaluación, promoción y titulación» en Primaria y Secundaria.
El objetivo es permitir que los gobiernos autonómicos puedan autorizar la modificación de los criterios para adecuarlos mejor a la situación provocada por la pandemia. A la práctica, esto implica que los profesores decidirán en cada caso con cuántas asignaturas suspendidas dejan pasar de curso a cada alumno.
Según el texto, los equipos de docentes valorarán de manera colegiada y global si se han alcanzado los objetivos de cada etapa, con independencia de las asignaturas suspendidas. Eso contradice claramente lo establecido en la Ley de Educación de 2013 (Ley Wert) según la cual no se puede pasar de curso con más de tres suspensos en la ESO y dos en Bachillerato.
Por si quedaba alguna duda, el decreto especifica que los centros educativos «podrán modificar de manera excepcional los criterios de promoción en todos los cursos de Primaria y de la ESO, así como en la correspondiente promoción de primero a segundo de Bachillerato».
Sobre la repetición de curso, se considerará una «medida de carácter excepcional» que en todo caso tendrá que ser decidida de manera colegiada por el equipo docente en función de la evolución del estudiante. Sin embargo, deja claro que el criterio no será las materias que pudieran quedar sin superar en la ESO y el Bachillerato.
Por su lado, el criterio para obtener la titulación será la «madurez académica». Según el texto, los centros harán lo que les digan las comunidades autónomas basándose en la adquisición de los objetivos generales, en el caso de la ESO, y en la evolución del alumno o alumno en el conjunto de las materias y su madurez académica, en el caso del Bachillerato.
La decisión ya fue tomada en abril para acabar el curso de manera excepcional en el contexto de la pandemia. Sin embargo, los sindicatos de profesores e inspectores ya criticaron entonces la decisión de cambiar por vía de real decreto lo contemplado en la ley orgánica de Educación.
Los profesores denunciaron presiones para aprobar a los alumnos y la medida supuso una clara mejora de las notas en el Bachillerato, donde en muchas autonomías se produjo algo muy parecido a un aprobado general. Además se produjo una desigualdad entre territorios, y lo que en una comunidad era una aprobado en otra era un suspenso.
Cambios en la eduación en España
Además, el decreto de Celaá incluye otros aspectos, como permitir a las comunidades autónomas y los centros educativos la adaptación de los programas didácticos. Hasta ahora, era el ministerio de Educación el que establecía los contenidos que tenían que estudiar todos los alumnos de España.
El Gobierno también elimina las evaluaciones de final de etapa de Primaria y ESO, que permitían diagnosticar el nivel de los alumnos por centros y comunidades. Respecto al calendario escolar, se consideran días lectivos tanto las clases presenciales como a distancia. También, y de manera excepcional y temporal, se contratará a profesores sin máster.
La Formación Profesional también será más fácil, ya que se reduce la duración de los módulos de formación y las prácticas se cambian por proyectos, que los alumnos podrán hacer desde casa. Además, las estancias en empresas se podrán cambiar por una propuesta de actividades asociadas al entorno laboral, y se cambiarán los criterios de evaluación, promoción y titulación.