Los investigadores del asesinato de Samuel Luiz siguen buscando pistas que esclarezcan las circunstancias del caso. Sus labores se centran ahora en encontrar un objeto metálico con el que creen podrían haberle dado el golpe mortal.
El joven tenía un fuerte traumatismo en la cabeza que le podrían haber ocasionado con un palo u otro objeto de metal. Las pruebas forenses indican que la lesión mortal podría ser compatible incluso con un puño americano. Si fuese el caso, uno de los menores detenidos sería el culpable del asesinato porque se encontró uno de esos puños en su casa.
Pero más allá del arma del crimen, las autoridades siguen sin entender varios puntos de esta agresión. De momento, parece que se decantan por descartar la homofobia como principal causa del asesinato.
El crimen de Samuel Luiz no fue homofobia, según los investigadores
A pesar de que los agresores gritasen "¡Maricón" a Samuel durante la paliza, creen que ese no fue el motivo para agredirle. La principal hipótesis que se maneja ahora, según ha explicado El Ideal Gallego, sería otra.
Desde un primer momento quedó claro que los agresores emplearon una violencia fuera de lo normal contra Samuel. Los investigadores siguen tratando de averiguar por qué, ya que creen que una simple confusión no sería suficiente.
En un principio se dijo que el primer agresor creyó que Samuel y su amiga le estaban grabando con el móvil. Ellos estaban realizando una videollamada e incluso se lo enseñaron, pero él no se lo creyó.
Además, tras la paliza que acabó con su vida, uno de los agresores se llevó el teléfono del chico. Los investigadores creen que los agresores querían borrar algún tipo de prueba que pudiera haber grabado.
El motivo de la paliza habrían sido las drogas
La Policía sabe que todos los detenidos tienen antecedentes por delitos de salud pública. Es decir, que han tenido problemas con las drogas. Según esta teoría, los agresores podrían haber estado trapicheando con droga en el momento en que Samuel hacía la videollamada.
De esta forma, creyeron que el joven les habría grabado y que tendría pruebas de esos trapicheos. La Policía cree que esta sería la razón por la que tuvieron una reacción tan violenta y desmesurada contra el joven.
Esta teoría explicaría también por qué el agresor principal fue a buscar al resto del grupo tras el primer puñetazo. Como no consiguió quitarle el teléfono a Samuel, porque dos hombres senegaleses intercedieron en la pelea, fue a buscar ayuda.
Los investigadores creen que los sospechosos solamente querían quitarle el teléfono y evitar que les denunciase.
Seis detenidos, dos de ellos menores de edad
De momento, las autoridades han detenido a seis personas de las que estuvieron presuntamente implicadas en la pelea. Según las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, podrían haber participado hasta 12 o 13 personas.
De los detenidos, cinco de ellos son varones y todos ellos siguen en prisión provisional bajo fianza. La única chica detenida, K., fue puesta en libertad condicional.
Según algunos medios, ella fue la instigadora principal de la paliza, animando al resto a que continuasen con la agresión. El autor principal, el que inició la pelea, fue su novio, D.
Además, dos de los detenidos son menores de edad y están internados en un centro de menores.
Según las primeras informaciones publicadas, los novios habían sido expulsados de un local por una fuerte discusión. Fuera del local fue donde ella vio que Samuel les estaría grabando, aunque en realidad estaba haciendo una videollamada.
Fue entonces cuando su novio, D., empezó a increparles y agredió por primera vez a Samuel. Lina, amiga de la víctima, intentó pararlos, pero la joven agresora le dijo que ella "no pintaba nada ahí".
Tras la ayuda de dos hombres que frenaron la paliza, Lina se fue a buscar el teléfono de Samuel. Mientras, los dos agresores fueron a buscar a su grupo de amigos y entre todos empezaron a perseguir al joven.
El chico había quedado algo aturdido por los primeros golpes e intentó huir, pero fue interceptado por la turba antes de conseguirlo. Fue allí donde más de una decena de personas le agredieron con golpes y patadas que acabarían con su vida.