CaixaBank y Bankia estudian emprender un proceso de fusión con el fin de aumentar su rentabilidad ante la crisis provocada por la pandemia de la covid-19, confirmaron a Europa Press en fuentes del sector.
Fuentes de ambas entidades eludieron hacer comentarios sobre la posible operación, que sería anunciada en los próximos días a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), tal y como adelantan El Confidencial y el diario Ara.
La fusión de CaixaBank y de Bankia, tercera y cuarta entidad por tamaño del sector financiero español, daría origen a un grupo con activos por importe de 650.000 millones de euros, unas 6.600 sucursales (4.400 la entidad de origen catalán y más de 2.200 la entidad nacionalizada) y una plantilla conjunta superior a los 51.000 empleados (casi 35.600 CaixaBank y unos 16.000 Bankia) , lo que propiciaría significativas sinergias.
Según los planes puestos sobre la mesa, La Fundación La Caixa controlaría un 30% del grupo resultante de la fusión, mientras que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), bajaría su peso de casi el 62% actual al 14%. Fuentes del sector indicaron a Europa Press que la operación contaría con el beneplácito del Gobierno, si bien fuentes del Ministerio de Economía y Transformación Digital señalaron que no hacían comentarios al respecto.
Llamamiento del BCE
De este modo, CaixaBank y Bankia responden al llamamiento realizado de forma insistente por el Banco Central Europeo (BCE) de acelerar en el proceso de consolidación del sector, la última vez esta misma semana por boca de su vicepresidente, Luis de Guindos, durante su intervención en los cursos de la Universidad Menéndez y Pelayo (UIMP) de Santander. De Guindos hizo hincapié en la diferencia entre la baja rentabilidad de las entidades españolas (de entre el 2 y el 3% en algunos casos) frente al coste de capital (superior en líneas generales al 10%).
Con la eventual fusión de CaixaBank y Bankia ambas entidades retomarían el intento que realizaron en 2012 cuando Isidro Fainé y Rodrigo Rato no consiguieron llegar a buen puerto una tentativa frustrada entonces por cuestiones políticas y discrepancias en la jerarquía de mando.
En cuanto al organigrama de la entidad resultante, se baraja que pueda estar presidida por José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de Bankia, como presidente no ejecutivo y con Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, como CEO plenipotenciario.
La operación permitiría al Gobierno además recuperar parte de las ayudas percibidas en el rescate de Bankia, que superan los 24.000 millones de euros, de los que hasta la fecha ha recuperado solo unos 3.000 millones a través de dos procesos de venta parcial y vía dividendos.