Las previsiones de la economía española empeoran drásticamente tras el verano debido a la caída del turismo y el aumento de los rebrotes. La crisis será mucho más profunda de lo que se esperaba inicialmente, y según Funcas (Fundación de Cajas de Ahorro) nuestra economía se hundirá un 13% este año con una recuperación más lenta de lo esperado.
La previsión de este organismo es mucho peor que el 9,2% que preveía el Gobierno en un principio. La cosa pinta tan mal que la entidad advierte del riesgo de que España no recupere los niveles anteriores de la crisis hasta 2024.
La principal causa del empeoramiento de las previsiones para la economía española es el aumento de los rebrotes, que ha frenado la recuperación anticipada hace unos meses y lleva a una recuperación larga marcada por la incertidumbre. La situación ha acabado por hundir al turismo, sector clave en España, y amenaza con la quiebra de muchas empresas.
Esto hace que, si tres meses atrás Funcas dibujaba un escenario con una fuerte recuperación del PIB en los meses de verano, ahora revise esta previsión por la caída del turismo, el consumo doméstico y la facturación de empresas. Los indicadores apuntan que la actividad económica se deteriora, y el repunte del PIB del 15% se rebaja al 11,5% para este trimestre.
Ni el crecimiento en el tercer trimestre logrará corregir la caída de los meses anteriores, algo que pone en evidencia que los niveles anteriores a la pandemia están aún muy lejos. Además de la caída del turismo, el hundimiento del consumo interno también ha castigado mucho la economía y retrasará mucho la recuperación.
Esto se debe a que las familias están optando por el ahorro ante la incertidumbre, algo que afecta al consumo y aleja las posibilidades de un gran repunte de la actividad en los próximos meses. Según las previsiones, el consumo se hundirá casi un 16% este año, una cifra de récord que se encuentra detrás de la caída histórica del PIB.
Aumento del paro
A todo eso hay que añadir el riesgo de quiebras en las empresas españolas, muchas de las cuales se encuentran en una situación financiera muy delicada. El cierre empresarial amenaza con asestar un golpe definitivo al tejido productivo y al empleo, algo que complicaría y mucho la situación y que, por lo tanto, se convierte en el gran peligro a evitar.
En cuanto al paro, aumentará hasta el 20% a finales de este año y, a finales de 2021, habrá 600.000 parados más antes de la crisis, según las previsiones de Funcas. Según su director general, Carlos Ocaña, la contracción de la actividad en España puede ampliar la brecha con Europa que se había logrado ir reduciendo los últimos años.
Además, la ayuda de los fondos europeos ayudará a la recuperación pero sus efectos serán limitados: en 2021 se utilizarán sólo 14.000 millones, y sus efectos no se percibirán al menos hasta 2022. La Funcas avisa que para que tenga un impacto real en la economía debe ir acompañado de reformas estructurales en la economía española que siguen pendientes.
En este apartado señala reformas importantes en educación, en el mercado laboral, en el sistema de pensiones y en la transición económica y energética que el país necesita para afrontar los principales desequilibrios económicos y sociales.