Fran llevaba un tren de vida muy elevado pese a que su sueldo de guardia civil no llegaba a los 2.000 euros al mes. Llegó a montar un restaurante con el padre de su pareja en la zona en la que hay más restaurantes de lujo de la capital española.
Algunos llegaron a pensar que el hecho de aparecer en el programa de la cadena Discovery Max ‘Control de Fronteras’ era lo que le permitía llevar esa vida de lujos. Pero no era por esa razón. El guardia civil había empezado, tiempo atrás, a ser cómplice del tráfico de droga.
Esta semana ha sido detenido por el delito de pasar 200 kilos de cocaína a través del aeropuerto en el que tiene importantes competencias, que no es otro que Madrid-Barajas. Fran entró a formar parte de una banda colombiana que se dedicaba al narcotráfico en Europa. Pero ¿cómo llegó a hacerlo?
Inmersión como narcotraficante
Fran se separó de su mujer y conoció a una chica colombiana, con la que inició una relación sentimental. Fue la chica la que le presentó a unos amigos que estaban en contacto con el ámbito de la droga. Al enterarse de qué trabajaba el guardia civil, le propusieron un trato muy difícil de rechazar.
El modus operandi de la banda, con Fran de nexo en la entrada del continente europeo, era la siguiente: la banda enviaba maletas a Madrid bajo el nombre de pasajeros que jamás subían al avión, las cuales recogía Fran. Al ser el jefe de turno en el servicio fiscal nadie sospechaba de él.
Una vez cumplida esta parte, el equipaje era entregado por el guardia civil a otra persona para que la llevara a su destino final. La persona encargada de realizar esta última tarea no tenía demasiados inconvenientes, pues era acompañado por Fran a través de los distintos arcos de seguridad por los que pasaban.
Lo descubren
Fue la DEA, la Administración para el Control de Dorgas de EE.UU. la que alertó de la trama y dio la pista sobre la identidad real de Fran.
Así, tras unas investigaciones se descubrió el verdadero cometido del guardia civil y la trama. También ha sido acusado, además de narcotráfico, de obstrucción a la justicia, pues eludía a sus compañeros haciendo uso de su posición en la jerarquía policial.
En su domicilio han encontrado un artilugio para inhibir frecuencias, que empleaba para llevar a cabo reuniones con los narcotraficantes a través de la red.