España parece haber superado lo peor de la tercera ola de la pandemia de coronavirus. A cada día que pasa, se va viendo un descenso más marcado de los contagios, y a su vez, de la incidencia acumulada, como muestra el balance de este pasado lunes.
Pero todavía se está a la espera de ver como evoluciona, sobre todo teniendo en cuenta de que la presión hospitalaria apenas ha disminuido. Fernando Simón admitía este lunes que nuestro país ya ha entrado en «el período de descenso» aunque recordaba que datos como una incidencia de 667 casos siguen siendo «muy elevados».
«Es cierto que estamos descendiendo, si bien la tendencia es favorable, no se puede pensar que estamos en niveles de riesgo bajo. Seguimos estando en niveles muy muy altos», explicaba el director del CCAES. Y aunque el epidemiólogo vaticinaba que es probable «en los próximos días se mantenga la tendencia descendente», lanzaba un mensaje sobre el futuro de la pandemia en España, dejando claro que ni mucho menos ha acabado.
Preguntado por los periodistas sobre si se contempla la llegada de una cuarta ola, Simón no dudaba en responder afirmativamente y con contundencia. «Por supuesto que es posible una cuarta ola» y además se atrevía a explicar como podría ser esa futura ola.
En este sentido, reconoció que, de producirse, esta no tendría por qué tener el mismo impacto que la que vivimos actualmente. «Hay que valorar qué características podría llegar a tener, va a depender mucho de cómo bajemos en esta y de cómo evolucione la vacunación», afirmaba.
Y precisamente ponía el foco en el proceso de vacunación como clave para reducir sus dimensiones. «Si hay una cuarta ola, va a haber más personas inmunes, cada semana que pasa hay 400.000 personas que han recibido al menos una dosis de la vacuna, la probabilidad de que una siguiente ola sea muy rápida es cada vez menor». Su previsión es que esta sea de «menor envergadura y mucho más lenta, que nos dé margen para tomar medidas».
La cuarta ola, pendiente de la evolución de las nuevas cepas
Pero pese a este relativo optimismo sobre una hipotética cuarta ola, también recordaba que «todo el territorio español está en nivel de riesgo máximo». Y volvía a insistir en el hecho de que «no podemos bajar en absoluto la guardia hasta que no estemos en niveles de transmisión muy inferiores a los de ahora».
Sobre este último aspecto, Fernando Simón reconocía que todo podría dar un cambio, si las diferentes cepas, especialmente la británica se acaban haciendo dominantes. De producirse este hecho, asegura que la llegada y la evolución de la cuarta ola podría «acelerarse un poco». Y concluía que hay que tener precaución con estas nuevas variantes, pero sin perder de vista «cómo nos comportemos y cómo se desescalen las medidas».
Durante la rueda de prensa de este lunes, también actualizó el número de casos de las tres principales nuevas cepa que se han confirmado en España. Las comunidades autónomas han notificado al Ministerio de Sanidad 479 casos confirmados de la variante británica, dos de la sudafricana y una de la brasileña.
Eso sí, el propio Simón reconoce que las autoridades sanitarias «saben que hay más casos de la variante británica pero no han sido notificados oficialmente». Sobre los casos de las otras dos cepas, de los dos de la variante surafricana, se sabe que viajaron al país y que «no habrían producido ningún caso secundario». Del caso de la variante brasileña, esta persona estuvo en Manaos, principal foco en el país suramericano, y se cree que «en principio no debería haber producido transmisión a nuestro país. Esta persona venía con resultado negativo previo a su viaje, no estaba en una fase de alto riesgo de transmisión».