Ante una de las peores crisis de la historia de España, en la que se cruzan la emergencia sanitaria con la debacle económica, dos pesos pesados de la política de nuestro país han coincidido en la solución. Para los ex presidentes Felipe González y Mariano Rajoy hay que alcanzar grandes pactos de Estado por encima de las diferencias.
Ambos asistieron al Foro La-Toja-Vínculo Atlántico junto con otras personalidades como el rey de España, y coincidieron con el resto en la necesidad de interpretar los cambios de los últimos años para combatir las adversidades.
Con esta intención, importantes personalidades del mundo político y económico se dieron cita en La Toja, y entre ellos el ex presidente Felipe González, que aseguró que «la única certidumbre que tenemos ahora es la incertidumbre, así que tenemos que impulsar una política de pactos que permitan adaptarnos a esa incertidumbre que nos rodea».
Algo en lo que coincidió Mariano Rajoy, que en medio del revuelo por las nuevas informaciones sobre el caso KItchen que lo señalan, defendió la Constitución y salió en defensa de los principios de las sociedades occidentales como la libertad y la igualdad. Los escuchaba con atención el príncipe Felipe, también asediado las últimas semanas por los escándalos judiciales de su padre, el rey emérito, y su huida de España.
Felipe González y Mariano Rajoy coinciden en que hay que superar el bloqueo político y llegar a acuerdos en asuntos como los presupuestos generales o los fondos europeos. Y dejar a un lado los ataques a la figura del rey que estos últimos se han repetido desde dentro de las filas del Gobierno, con ministros como Alberto Garzón.
No hay duda de que las mismas recetas que ofrecen Felipe González y Mariano Rajoy forman parte de una posición consensuada del viejo establishment para mantener intactos los cimientos del régimen en España. De ahí su defensa acérrima de la Carta Magna y la figura del rey, el pegamento del sistema político en España, y su rechazo del sector de Podemos en el Gobierno y todo aquello que consideran disgregador.
Una España polarizada
Los politólogos creen que existe una polarización en España que lleva a una pérdida de la transversalidad de las instituciones y el fin del poder moderador de la corona. Esta puede ser la clave de la política española en el futuro, y quién puede beneficiarse son los populismo, en especial el de la extrema derecha con Vox al frente.
La intención inicial de Felipe González y Mariano Rajoy es defender el status quo con un discurso unitario, aunque los ejemplos de Trump y el Brexit demuestran que en la nueva política esa estrategia ya no funciona. Cuando sale el establishment a defender el sistema en tromba, el electorado se suele rebelar cruzando hacia el lado opuesto.
Porque según los expertos, la aparición de los populismos y su éxito es el síntoma de una transformación a largo plazo, mucho más profunda y duradera, por la cual los políticos de traje y corbata se acaban volviendo antisistema. La solución, por lo tanto, hay que buscarla con otras herramientas.