La defensa de uno de los presuntos culpables de la violación en grupo que se produjo una de las noches en las que se celebraba San Fermín contrató los servicios de un despacho de detectives privados de Sevilla con tal de espiar a la víctima, según informa ‘Noticias de Navarra’. El informe fue elaborado con el objetivo de aportarse como prueba documental en la vista oral, pero no ha sido admitido por haberse presentado en el juzgado después de que se concluyera el sumario.
El informe recoge diversas publicaciones en redes sociales de la chica, además de fotografías de seguimiento y análisis de las cámaras de seguridad en los alrededores del lugar donde se llevó a cabo la violación grupal. Respecto a los perfiles de las redes, los detectives aportan fotografías que la víctima publicó aquel mismo verano tras la agresión, incluida una en San Fermín en la que aparecía con un amigo.
De todos modos, el análisis psicológico realizado a la víctima de la agresión que valoró su estado ya había expuesto que la chica trataba de mantener la normalidad en los perfiles de sus redes sociales para evitar ser asociada con todo lo sucedido y seguir en el anonimato. También se aportan otras fotos de la chica en una piscina comunitaria y en una cena con sus familiares tomadas durante un fin de semana de septiembre que pasó en Madrid, su lugar de residencia.
Además de todos estos datos, el análisis concluye con las grabaciones de las cámaras de seguridad del momento en el que la víctima sale del portal donde se produjo la supuesta violación y fue hasta un banco para sentarse. Según informa RT sobre el informe, cabría la posibilidad de que la víctima estableciera «contacto visual con los acusados, que estaban en el Monumento al Encierro, a 30 metros».