Gente para arriba y para abajo, colas infinitas y estanterías vacías. Sí, es la imagen de todas las Navidades. Pero... ¿Y si este año todo fuera diferente? Nos parece imposible, pero vamos camino de ello.
La brutal demanda de productos fabricados en China (Asia en general), las estrictas medidas anti Covid existentes en los puertos y la escasez de contenedores han provocado una situación límite y nunca vista hasta ahora.
¿El resultado? El desplome de la economía mundial, la subida de precios y el crecimiento repentino de una demanda inasumible en muchos casos.
Sí, la respuesta es tan temida como la pregunta: este año nos podemos quedar sin algunos regalos de Navidad. En EE.UU., de hecho, ya existe una evidente escasez de productos altamente demandados como juguetes, ropa o coches. El efecto dominó, desgraciadamente, ya ha llegado en España.
¿Qué sube de precio en España?
Solo necesitan ir al supermercado para verlo. Vayan a la verdulería. Verán como el tomate de ensalada está en 2,07 euros/kilo —un 16,9% de aumento—; y las peras se sitúan en 2,59 euros/kilo —15,6% de aumento—. También las manzanas han subido de precio, están 2,46 euros/kilo —15% de aumento—. El aceite de oliva, por su parte, se va a los 4,12 euros/litro, y cuenta con un 6,1% de aumento.
Lo mismo pasará si van a la carnicería, dónde la carne de conejo ha experimentado un aumento 4,7%. La carne de pollo ha subido un 3,5% y la carne de cerdo se paga a un 1,5% más.
Con la ginebra Seagram's, para poner un ejemplo tácito, ha pasado algo similar. La reconocida marca americana agotó existencias en España hace justo diez días a raíz de la latente crisis actual.
¿Y si me quiero comprar un coche en España, qué pasa? Vayan a un concesionario, verán que ya nada es como antes. Seat Martorell, Stellantis Vigo, Renault Valladolid o Volkswagen Navarra, por ejemplo, producen sólo aquellos vehículos que saben que se vendrán con facilidad. Es decir, coches pequeños. ¿Traducción? Si quiere un coche grande o con características diferentes deberá esperar a su producción.
Y, finalmente, la gran preocupación de las Navidades: los regalos. Los juguetes y los productos electrónicos son los productos más vendidos durante las fiestas. Por lo que es más que probable que se vean afectados por esta crisis y este año nos tengamos que pelar —todavía más— por dichos preciados articulos.
Llega el temido 'efecto rebaño'
¡Y ojo! Por qué la problemática no termina aquí. Va más allá y los expertos lo saben bien: viene el 'efecto rebaño'. Es el relato del pez que se muerde la cola. Las colas de barcos en los puertos de Estados Unidos han provocado escasez de productos. Lo que ha provocado que el cliente se abastezca más y antes de que lo que realmente necesita.
Y la alarma se genera rápidamente. Pues el boca-oreja corre cómo la pólvora y la demanda del producto supera con creces la oferta. ¿Y qué pasa entonces? Se acaban las existencias del producto, por lo que éste es mucho más caro y exclusivo.
Estas Navidades... Escasez de juguetes, ropa y coches
En Estados Unidos lo están viviendo con artículos tan básicos como ropa, coches o incluso juguetes. La proximidad con la Navidad ha hecho que muchos se hayan negado a esperar, lanzándose ya a por sus preferencias. Lo que ha provocado la locura, pues los puertos de Long Beach y Los Ángeles trabajan las 24 horas del día para poder abastecer con todo aquello que se pide.
No es solo cosa de los yankies. En el Reino Unido está pasando algo similar con escasez de materiales tan básicos como el cobre y el aluminio.
Y no nos vayamos tan lejos, ya que en España tenemos un caso muy reciente con la falta de papel higiénico durante el inicio de la pandémia. Sí, fue anecdótico e incluso gracioso. Pero fue una clara muestra de lo que puede provocar el temido 'efecto rebaño'.
Sí, los precios han subido
Es lo que asegura Francisco Aranda, presidente de la Organización Empresarial de Logística y Transporte (UNO). En declaraciones para el 'ABC', Aranda es de lo más tajante con la crítica situación. «Este efecto va a provocar que la demanda sea mayor que la oferta, lo que se traducirá en un incremento de los precios», dice.
Pese a ello, explica que la pandemia de Covid-19 ha servido de aprendizaje «y se ha planificado con mucho tiempo de antelación».
Pero atención, por qué las malas noticias se dejan para el final. Y es que Aranda asegura que este Black Friday y estas Navidades pueden llegar a ser realmente dramáticas para algunos. «Lo que sí es verdad es que este Black Friday y en Navidad va a haber una demanda muy importante por encima de la oferta en algunos casos, pero los 'retailers' -minoristas- juegan con muchas referencias y no se produciría un desabastecimiento», explica.
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¿Y esto tiene un por qué?
Sí, por suerte lo tiene. Pese a ello, no les engañaremos: la solución es a día de hoy utópica. El gran problema de la situación a la que se expone el consumo mundial reside en Asia. El continente asiático es el principal abastecedor de materias primas al mundo y, cuando ellos se han parado, el mundo ha parado.
La solución, pues, pasa por no tener tanta dependencia de Asia y repartir la generación de materias primas. «La única solución es que no haya tanta dependencia de Asia», insiste el mismo Aranda.
La ruta está marcada, pero el futuro puede tener consecuencias devastadoras para la economía. El 'efecto rebeño' parece que es inevitable, pues ya son muchas las empresas que se han curado en salud comprando más de lo que necesitaban.
Lo que se traducirá, a todas luces y desgraciadamente, en una subida de precios para el consumidor final. Así pues, estas Navidades prepárense para rascarse el bolsillo.
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