Personal sanitario en una residencia de Madrid durante la crisis del coronavirus

Triste realidad en una residencia española por el Covid-19: 'Los sedaban y morían'

Un informe indicaba que el 57% de los residentes en centros de mayores valencianos fallecidos han perdido la vida en los centros, no en hospitales

Francisco Nemesio, secretario  y portavoz  del patronato que rige el centro de mayores Santa Elena (Valencia), ha manifestado al medio ‘Las Provincias’ que entre las fechas del 25 de marzo y el 2 de abrilfallecieron nueve personas con coronavirus  que residían en el centro de mayores, sin llevarlos al hospital para tratarse. Según ha explicado, los médicos sedaron  a los enfermos para evitarles el dolor y murieron  en la residencia.

A lo largo de esta semana se ha conocido un informe interno procedente de la conselleria de Sanitat valenciana en cuanto a las estadísticas de lugares en los que ha habido víctimas del coronavirus. Dicho informe indicaba que el 57% de los residentes en centros de mayores valencianos fallecidos han perdido la vida en los centros, no en hospitales.

A lo largo de esta crisis sanitaria, 525 residentes han fallecido y se han visto afectados hasta un total de 170 centros de personas mayores.

La residencia en cuestión, Santa Elena, se encuentra intervenida por la conselleria de Sanitat desde el pasado 16 de marzo. El 19 de marzo fue cuando se hizo la toma de control de la instalaciones por parte de la Administración, momento en el que una parte muy elevada del personal se encontraba en cuarentena  o afectada por el virus.

Según ha manifestado Nemesio, desde el centro se había dado la voz de alarma, pues no se disponía de los elementos necesarios para poder llevar a acabo una buena atención a los enfermos. Pese a que fue intervenida la residencia, el número de fallecidos no dejaba de crecer: «Había un protocolo  que tenían establecido para no enviar a los mayores de 75 años al hospital. Se quedaban en la residencia, los sedaban y morían. Esa es la verdad. Había instrucciones», afirmaba al citado medio.

«En el hospital no iban a llevarlos a la UCI  ni ponerles ventiladores. Todos tenían más de 80 años y la instrucción era no mandar al hospital a los mayores de 75 con patologías previas o crónicas», relataba.

«De esta manera, sin llevarlos al hospital, no fallecieron ni uno ni dos ni tres residentes, sino muchos más», aseguraba Nemesio. «Entre el 25 de marzo y el 2 de abril fallecieron nueve residentes que no fueron hospitalizados», continuaba.

A lo largo de la pandemia, la conselleria de Sanitat ha llegado a tomar el control de una treintena de geriátricos, de los que ahora conserva 28. «A partir de la segunda semana de abril, cuando bajó la curva de contagio, ya volvieron a enviar a residentes de Santa Elena al hospital», sostenía Nemesio.

«Hemos pedido explicaciones de por qué no se llevan al hospital a los casos graves y nos han contestado que no se les aplican procedimientos extraordinarios. Nos han dicho que se aplica el protocolo y que los mayores de 75 años con coronavirus y otras patologías que se pueden complicar ya no ingresan en la UCI del Hospital Genera ni se les conecta a un respirador automático. Los médicos hablan con la familia, les cuentan cómo está la situación y les solicitan permiso para aplicarle un tratamiento paliativo», añadía sobre las peores jornadas en el centro de mayores.

En esos momentos el sindicato Satse realizaba una denuncia pública por los pocos recursos de los que disponía el centro y la saturación de las instalaciones. Según el Satse, el 27 de abril, aseguraba que la UCI estaba al límite, con 250 pacientes ingresados por coronavirus y se estaba empezando a enviar a pacientes con otras enfermedades a otros centrso médicos.

Según Josefina Pérez, directora asistencial de las residencias Domus VI para la Comunitat Valenciana ha afirmado que: «Siempre hemos tenido el soporte del hospital», pero añade que se actuó en medida de las posibilidades: «Hemos sido muy conscientes de que había que derivar al hospital lo que se podía derivar porque había cierto colapso del sistema».

Según Ana Barceló, consellera de Sanitat de la Comunidad Valenciana: «No comparto que no se hospitalizaran los casos más graves. Siempre se hizo siguiendo el criterio clínico, fuera cual fuera la circunstancia», manifestaba en referencia a que 6 de cada 10 residentesmurieran  en sus centros de mayores. Además, ha defendido que nunca se dio una verdadera saturación: «Estuvimos a un 71% de camas críticas, nunca se dio saturación».

«Siempre ha primado la atención y la asistencia a las personas. Se ha seguido el criterio médico: ante la gravedad, hospitalización», manifestaba la consellera. Pese a ello, el punto de vista de Francisco Nemesio, entre otros, no parece estar de acuerdo con Barceló.

Según un informe elaborado por Sacramento Pinazo, profesora de Psicología Social y doctora: «Ha habido protocolos de triaje y se ha incluido la edad para la no realización de determinados procedimientos terapéuticos». 

Según su estudio: «El estado de cuarentena en el que nos encontramos desde el 14 marzo condiciona la elaboración de protocolos de triaje para facilitar la toma de decisiones clínicas en un marco de recursos insuficientes. Y se incluye la edad para la —no— realización de determinados procedimientos terapéuticos».