La bacteria Citrobacter Koseri ha matado a cuatro bebés en el hospital de la Mujer y el Niño de Borgo Trento en Verona por una negligencia sanitaria. El patógeno infectó en dos años a 96 niños y 9 de ellos sufrieron daño cerebral. La bacteria vivía en el grifo del fregadero utilizado por el personal sanitario en terapia intensiva. La negligencia ocurrió tras darle a los niños agua contaminada junto a la leche materna.
En este timpo, el hospital de Verona no alertó sobre la epidemia a las autoridades sanitarias y no se respetaron las normas de higiene para prevenir infecciones. Así lo explica un informe de 59 páginas de una inspección sanitaria, que es claramente un acto de acusación.
«Es una masacre de inocentes que debería haberse evitado»
«La falta de higiene de las manos, productos en uso sin fecha de apertura y sin tapón, no cambiar los guantes con paciente nuevo», son algunos de los graves errores señalados.
Francesca Frezza perdió a su hija Nina y pide justicia: «Es una masacre de inocentes que debería haberse evitado. Lo que ha sucedido es muy grave. El hospital de Verona tenía que haber sido cerrado de inmediato, para higienizar y encontrar el origen de la Citrobacter».
«No se hizo nada. Al final se tomó la decisión de cerrar ese departamento hospitalario, porque lo pedí yo. Me coloqué ante las puertas diciendo que no me movería hasta que tomaran medidas. Solo entonces adoptaron la decisión de cerrar. Sin embargo, ellos también sabían que esa bacteria estaba allí, lo sabían desde 2018», denuncia Frezza.
El sufrimiento de Elisa Bettini, madre de un bebé fallecido por la Citrobacter
Otra madre, Elisa Bettini, 36 años, ha narrado el sufrimiento que vive tras morir su hija Alice, nacida el 4 de marzo. Alice era prematura, siendo transferida a terapia intensiva neonatal. «Me dijeron que Alice tenía fiebre, meningitis por Citrobacter –ha contado Elisa a La Stampa-. Pregunté si había habido otros casos. Me respondieron que no. En la sala de recién nacidos, hablando con las otras madres, descubro que no es cierto, y que hay al menos cinco casos, incluida Alice, y que sucedieron al menos desde el pasado mes de diciembre», relata Bettini.
Alice murió el pasado 16 de agosto tras sufrir durante muchos días. La madre quiere conocer quiénes cometieron los errores y que paguen por ello: «No tolero que nieguen la evidencia. No quiero que esto suceda a otros niños. He llorado por Alice, ahora es el tiempo de la justicia», asegura Alice.