La vacunación se ha convertido en la gran esperanza para derrotar al coronavirus, pero los casos graves de reacciones adversas siguen causando preocupación. Se acaba de conocer el fallecimiento de una mujer de 73 años en España poco después de recibir la segunda dosis. El caso se encuentra ya en manos de las autoridades sanitarias.
La víctima es una mujer de Olvera (Cádiz) que se sintió indispuesta poco tiempo después de recibir la segunda dosis de la vacuna de Pfizer. No se conocen las enfermedades previas ni las posibles causas del fallecimiento. Las autoridades sanitarias han activado el protocolo para esclarecer las causas de la muerte de esta mujer.
Su edad avanzada plantea la hipótesis de una posible muerte por causas naturales, pero el hecho de que se produjera justo después de vacunarse abre también la puerta a que esté relacionado con la vacuna. La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía está a la espera de resultados y conclusiones sobre este caso, y de momento no se ha pronunciado.
Según el Diario de Cádiz, la autoridad sanitaria andaluza ha adoptado una actitud prudente a la espera de los resultados de la autopsia, que determinará las causas de la muerte. A la mujer se le puso la vacuna ayer por la mañana, y falleció pocas horas después. También se ha confirmado que recibió la vacuna de Pfizer, que es la que está recomendada para su rango de edad.
La mujer fallecida tenía 73 años y había acudido a su cita para vacunarse en el pabellón ferial de Olvera. Según fuentes citadas por el diario gaditano, recibió la segunda dosis como establece el protocolo sanitario, y estando ya en su casa empezó a sentirse mal. Entonces, una ambulancia medicalizada del servicio de emergencias se desplazó hasta su domicilio para asistirla, pero acabó falleciendo.
Inmediatamente se abrió el protocolo judicial para establecer las causas de la muerte. Su cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Cádiz, donde hoy se le hará la autopsia. El caso ha sido puesto en manos de los organismos de farmacovigilancia que se encargan de investigar la posible relación entre vacuna y fallecimientos repentinos. El objetivo es garantizar la seguridad de las vacunas para todas las personas.
Primer caso sospechoso en Pfizer
Hasta ahora, el foco de las sospechas se había centrado en la vacuna de AstraZeneca, que ha causado decenas de casos de trombos, algunos con resultado de muerte. El caso de la mujer fallecida en Cádiz es el primer caso de muerte que podría estar relacionado con la vacuna de Pfizer, aunque esto aún tiene que ser confirmado.
Las reacciones adversas y el retraso en las entregas de AstraZeneca han situado a Pfizer como la vacuna preferente en Europa y en España. Sin ir más lejos, la ministra de Sanidad anunció a finales de abril la llegada de grandes remesas de la vacuna de Pfizer a España durante el mes de mayo, a razón de 1,4 millones de dosis semanales.
La vacuna de Pfizer es diferente a la de AstraZeneca, ya que utiliza una nueva tecnología llamada ARN mensajero. Según las investigaciones más fiables realizadas hasta ahora, los trombos causados por la vacuna de AstraZeneca podrían estar causados por el adyuvante que ayuda a activar el sistema inmunológico. Esto indicaría que las vacunas que utilizan el mismo mecanismo que la vacuna de AstraZeneca, basada en los adenovirus tradicionales, podrían causar problemas similares, como en el caso de Janssen.
En cambio, las vacunas que utilizan el sistema de ARN mensajero, como Pfizer y Moderna, han quedado de momento al margen de la polémica de los efectos secundarios. Sin embargo, desde un primer momento los expertos ya advirtieron que las vacunas podían causar este tipo de problemas por la rapidez con la que se han provocado. En un contexto de excepcionalidad como es la pandemia del coronavirus, la clave de estas vacunas está en la relación entre los riesgos y los beneficios.
Cuando el sistema de farmacovigilancia considera que los beneficios son mayores que los riesgos, autoriza la administración de las vacunas aunque con una serie de recomendaciones. Es el caso de la vacuna de AstraZeneca, que a pesar de haberse demostrado la relación entre la vacuna y reacciones adversas, también se ha estimado que afecta a un número insignificante como para suspender la vacunación.
Vacunas y mayores
Aunque en España no se había registrado hasta ahora ningún caso sospechoso con Pfizer, esta vacuna sí fue puesta bajo sospecha en Noruega en el mes de enero. La muerte de 23 ancianos tras recibir la vacuna de Pfizer hizo saltar todas las alarmas cuando justo había empezado la campaña de vacunación en el mundo.
En aquel caso, los informes de la Agencia Noruega del Medicamento establecieron que las reacciones comunes a las vacunas con ARN mensajero, como fiebres y náuseas, pudieron haber contribuido a un desenlace fatal en pacientes frágiles y ancianos. Pero los expertos también llamaron la atención sobre las dificultades de establecer la causa de la muerte en los ancianos vacunados. «Es importante recordar que alrededor de 45 personas mueren cada día en las residencias de ancianos, por lo que no es un hecho que represente un exceso de muertes», dijeron las autoridades sanitarias, y advirtieron que «es de esperar que se produzcan muertes en un contexto de vacunación con personas viejas y enfermas».