Ya han pasado dos de los principales días de las fiestas navideñas, el 24 y 25 de diciembre, pero eso no significa que desde las autoridades se piense que ya ha pasado el peligro de esta Navidad. Quedan todavía días de reuniones familiares y entre amigos, y es por eso que algunos gobiernos autonómicos están introduciendo medidas más restrictivas para evitar que el repunte de contagios siga creciendo.
Una de ellas ha sido Extremadura que endurecía sus medidas en una sesión extraordinaria de su Consejo de Gobierno este sábado. En ella se han ampliado todavía más las restricciones que afectan al sector de la hostelería.
La principal tiene que ver con sus horarios. Y es que bares y restaurantes tendrán que cerrar al público entre las 18,00 y las 20,00 horas, cómo ya pasó el 24 de diciembre y se preveía para el 31, durante los días 1, 2, 5 y 6 de enero.
También se ha reducido el aforo de establecimientos en centros y superficies comerciales del 40% al 30%, igualando así el máximo permitido en las zonas comunes al aforo de las zonas que no lo eran. Esta medida también afectará a los aparcamientos. Estas restricciones se han comunicado ya a la Federación Extremeña de Municipios y Provincias, para que los alcaldes puedan vigilar su cumplimiento.
El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, justificaba las medidas por la «preocupante» y «complicada» situación que vive la comunidad. Esta cuenta ahora mismo con una incidencia acumulada de 374 casos por cada 100.000 habitantes a los 14 días y de 212 a los siete. Cree que es necesario «ir dando respuestas progresivamente» de si este indicador crece o desciende.
En una comparecencia en Cáceres, acompañado por su alcalde, Luis Salaya, Vergeles confirmaba que se ha tomado esta decisión para «proteger la salud de la ciudadanía». Tras ser publicadas en el Diario Oficial de Extremadura, entrarán en vigor a las 00,00 horas del domingo.
Otra meta es intentar mantener los hospitales extremeños lo más libres posible ante el previsible incremento de los ingresos que pueda haber en las próximas semanas. Como cada año en enero y febrero, se pueden dar más hospitalizaciones por las complicaciones propias del invierno en personas con enfermedades respiratorias.
Vergeles señalaba que Extremadura cuenta con una incidencia acumulada que «no se puede permitir mucho tiempo». Aunque es cierto que el número de enfermos covid hospitalizados es del 5 por ciento, por debajo de la media nacional, que se sitúa en el 8 por ciento. A su vez, las camas UCI están ocupadas al 13 por ciento por estos pacientes, también por debajo de la media del país, que es del 20 por ciento.
Señala al puente de diciembre como causa del incremento de casos
El consejero culpaba de este aumento de los casos a la movilidad que hubo durante el fin de semana del Black Friday y posteriormente en el puente de diciembre. Pese a ello, volvió a defender su decisión de no cerrarse perimetralmente, ya que solo se producen «controles aleatorios» por la falta de efectivos de la Guardia Civil.
«Los cierres perimetrales están bien por el efecto disuasorio pero no son efectivos al 100%», comentaba Vergeles. Defendía su apuesta de centrar el esfuerzo de los cuerpos de seguridad en el control de los aforos y las personas.
Y dando un argumento a su postura, recordaba que «no hay nada más perimetrable que una isla», y que ahora mismo donde se da la mayor incidencia acumulada en España es en Baleares, especialmente en Mallorca. Además recordaba como otras comunidades que sí se cerraron también tienen tasas de incidencia más altas que Extremadura.
Acaba su rueda de prensa, sin querer hacer una comparación entre la primera y la segunda ola en su comunidad. En este sentido, reconocía que en primavera «no se pudieron hacer todas las PCR que se tenían que haber realizado».