En las últimas semanas han circulado informaciones de todo tipo acerca del Covid-19 y lo que más interesa a los científicos es su capacidad de desarrollar mutaciones más letales o contagiosas, ya que esto traería más contagios y más muertes y, sobre todo, complicaría mucho encontrar tratamientos y vacunas. Pero, ¿qué hay de verdad en eso?
Ahora los científicos nos sacan de dudas y lanzan un mensaje tranquilizador: todos los virus mutan y el SARS-Cov-2 también, pero no se está volviendo más contagioso ni más letal, y ni siquiera se puede hablar de haya cepas distintas a la original.
La preocupación sobre una supuesta capacidad de mutación que vuelve al nuevo Coronavirus más contagioso y letal saltó la pasada semana con la divulgación de una investigación que, tras analizar más de 6.000 secuencias de este virus, encontraron una mutación que en opinión de los científicos planteaba un reto preocupante y urgente.
Como está sucediendo últimamente por la urgencia de encontrar soluciones al Covid-19, esta información fue publicada en un repositorio de acceso abierto que recoge artículos no revisados por otros expertos, y se extendió rápidamente causando inquietud y polémica. La comunidad científica es muy crítica con esta forma de compartir conocimientos porque no pasan el filtro de calidad habitual.
Este estudio llamó la atención por su amplitud de muestras, pero a la vez que desataba una gran preocupación también generó muchas críticas de científicos que, sin ser concluyentes contra sus resultados, lo consideran una simple especulación.
La investigación también es interesante porque indica que esa nueva cepa se ha convertido en predominante y porque hasta ahora la referencia para estudiar el Coronavirus sigue siendo la secuencia inicial aislada en China. Pero según los especialistas, esto es erróneo ya que no hay diferentes cepas de este Coronavirus y lo que sucede es que se confunde encontrar cambios en el genoma del patógeno con hallar una nueva cepa.
Lo que sucede es que al multiplicarse en las células el virus copia la información genética, pero siempre hay algunas variaciones y eso explica las mutaciones, que no siempre es sinónimo de creación de un nuevo linaje. Esas variaciones puede hacer el virus más o menos virulento o no cambiar en absoluto con respecto a la cepa primigenia.
Los científicos no descartan la aparición de una nueva cepa de Coronavirus pero afirman que hasta ahora no hay demostración de ello e intentan evitar que suceda lo que ya pasó con el ébola, que se dijo que había una nueva cepa y los posteriores experimentos en animales demostraron que una pequeña mutación no tenía un efecto real en la transmisión.
En el caso del Coronavirus, desde que se descifró la secuencia del original durante los primeros días del brote en China, se está realizando un seguimiento en tiempo real y de momento no se han encontrado las dos condiciones para hablar de una nueva cepa más contagiosa y letal: que las variantes en la secuencia del genoma sean significantes, y que la cepa distinta se expanda de forma predominante.