España vive en un estado de cierta tranquilidad desde que, hace unas semanas, empezase a descender el número de casos de Covid-19 al mismo tiempo que aumentaban las inoculaciones de las distintas vacunas que han llegado para combatir la enfermedad.
Desde las autoridades del país se han mandado ya muchos mensajes para alertar de que la situación no está controlada, de que una mejora de los datos epidemiológicos no significa que podamos relajarnos en el cumplimiento de las medidas, y de que las vacunas todavía no han llegado de forma masiva, por lo que son suficientes para tener un impacto real sobre la población.
Varios expertos científicos se han alineado con las autoridades y ya empiezan a mandar mensajes similares, especialmente porque cada vez aumenta más la sensación generalizada de que después de Semana Santa podríamos dar por controlada la pandemia, gracias a la llegada de más vacunas y del buen tiempo, como pasó el año pasado.
José Félix Hoyo, experto en epidemias de la Comunidad de Madrid, participó en una entrevista en La Sexta en la que valoraba la situación actual de la epidemia en España, y describió como «una buena noticia» que los datos hayan bajado tanto en apenas un mes, pero ha recordado que todavía queda mucho tiempo de pandemia y que la población no puede relajarse.
La prueba de que la situación sigue siendo «preocupante» para el experto es el nivel de ocupación que todavía tienen que aguantar los hospitales, especialmente las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), que a pesar de que fueron ampliadas en todo el país para poder aceptar más pacientes, en algunos lugares han vuelto a saturarse.
Hoyo explica que «siguen viniendo pacientes, sobre todo jóvenes, por lo que hay que mantener las medidas» porque «queda camino por delante». Y todo mientras los médicos viven «la presión de ver a gente muy joven contagiada por una enfermedad que se puede prevenir con medidas de salud pública y que no se ha controlado».
El experto ha querido ser claro y ha asegurado que «nos queda un tiempo para ver la luz al final del túnel», en referencia a la percepción de mucha gente de que la vida podría volver a la normalidad en unos meses.
A pesar de todo, José Félix Hoyo ha admitido que la situación es mucho mejor que hace tres semanas, que hay menos casos y que eso se acaba notando en la presión hospitalaria, aunque en el caso de Madrid, las UCI siguen al 43%.
Los sanitarios, ya vacunados, empiezan a trabajar con menos presión
Otro punto positivo que destaca el experto es cómo están afrontando los sanitarios esta tercera ola y lo que pueda llegar en próximas semanas, ya que el hecho de que el de los médicos haya sido uno de los primeros colectivos vacunados ha hecho que vivan su trabajo de otra forma.
Hasta ahora, durante todo un año, los sanitarios se habían expuesto constantemente al coronavirus, jugándose su salud e incluso su vida por salvar la de otros, y eso provocó también que los médicos y enfermeras tuvieran que tener muchas más precauciones en su día a día, incluso fuera del hospital, que la mayoría de la sociedad, ante el peligro de contagiarse del virus y llevarlo a sus casas y a otros familiares y amigos.
La llegada de la vacuna, según explica el experto, ha ayudado a quitar cierta presión sobre ellos, ya que ahora mismo están inmunizados contra el coronavirus y eso les permite, en primer lugar, vivir más tranquilos de que no van a contagiarse o, si lo hacen, no sufrirán un caso grave de la enfermedad; y en segundo lugar les permite hacer mejor su trabajo, enfocándose en el paciente.
Además, el hecho de que las medidas y equipos de protección sean ahora mucho mejores que hace un año también reduce considerablemente el riesgo al que se enfrentan cada día.