Tras la desaparición del estado de alarma y la llegada de la nueva normalidad en España, el número de contagios se ha disparado y las comunidades autónomas se ven desbordadas por la falta de competencias para mantener a la gente confinada en sus casas y limitar la movilidad. Ante esta realidad, el panorama que se abre es el de una nueva escalada.
El aumento de los rebrotes en todo el territorio nacional anuncian un mes de agosto caliente con una nueva escalada del Coronavirus. Además Sanidad ya no informa los fines de semana y sólo disponemos de los datos de las comunidades, lo que complica el seguimiento de la pandemia con la acumulación de los datos entre semana.
Por ejemplo, los datos diarios entre Cataluña y Sanidad distan hasta en 10 veces. El problema viene de el lugar que Sanidad toma para informar del número de infectados. El ministerio de Salvador Illa recibe los datos a través del sistema de vigilancia epidemiológica. Ahí aparecen los positivos, la fecha, los ingresos en hospitales y los fallecidos.
El problema es que Cataluña no actualiza esta base de datos común a tiempo, pero Sanidad sigue informando según lo recogido ahí, lo que da una visión falsa de la situación. Y en una situación como la actual, esto supone un riesgo añadido a la epidemia.
La propia Cataluña ha dado este sábado el mayor número de contagios de una comunidad autónoma desde la nueva normalidad. Han sido 1.493 casos nuevos de Covid-19, rozando los 90.000 infectados. El vicepresidente del Govern, Pere Aragonés, ha asegurado a pesar de los nuevos datos que es un destino seguro para pasar las vacaciones.
Lo hace asustado por las peticiones de Francia, Noruega o Bélgica para que sus ciudadanos no pasen por Cataluña, algo que en las últimas horas ha causado pánico sobre todo en los sectores económicos que viven del turismo.
Alerta máxima en Madrid
Por su lado, la Comunidad de Madrid también está viendo un cambio de tendencia en sus número, y ya se preparan para restringir el ocio nocturno y el número de personas que puedan reunirse. Cataluña ya cerró sus discotecas en viernes pasado.
El Consejero de la Comunidad, Enrique Ruiz Escudero, ha reconocido que sigue trabajando para tener un conocimiento real de cómo se comporta la pandemia del Coronavirus, y si ese ligero crecimiento se traduce en la parte asistencial.
Madrid no descarta volver a imponer restricciones en los ámbitos donde se han detectado más contagios, como reuniones familiares, ocio nocturno, terrazas y desplazamientos. El gobierno regional prepara un plan de contingencia para adaptarse a la realidad, y como medida preventiva ha reclamado al Gobierno central que se realicen pruebas PCR en su país de origen a los turistas extranjeros que viajan a la región.
En su reunión con el ministerio de Sanidad el jueves pasado, el consejero pidió endurecer las medidas de control y un informe exhaustivo de vuelo y hospedaje de cada viajero para controlar posibles focos de contagio.
También apeló a la responsabilidad individual, especialmente de los jóvenes, para evitar la implantación del uso obligatorio de mascarilla, y defendió que la Comunidad de Madrid fue una de las primeras en fomentar su uso repartiendo un total de 14 millones entre los madrileños.
Crecen los rebrotes
Además de Madrid y Cataluña, los rebrotes han saltado con fuerza en el resto de comunidades. La región de Murcia ha sumado 113 casos nuevos, 98 de ellos relacionados con el brote de Totana, que ya volvió a la fase 1. Según la consejería de Salud, Murcia tiene 362 casos activos.
Andalucía tiene 34 brotes activos en todas sus provincias menos Huelva. Los casos de estos rebrotes ascienden a 589 y la consejería de Salud ha contabilizado 114 nuevos casos confirmados en PCR en las últimas 24 horas. La Comunidad Valenciana ha detectado 12 casos en discotecas y se replantea restringir el ocio nocturno.
En Lugo, un brote con origen familiar suma diez casos positivos. Asimismo, la Consejería de Salud del Principado de Asturias ha confirmado un brote con tres casos positivos en un bar de Oviedo. Los datos están lejos de los registrados en abril, cuando se alcanzó el pico de la curva, pero la tendencia hace prever que el Gobierno vuelva a tener que tomar las riendas de la situación e imponer medidas más restrictivas en las provincias.