Los colegios fueron los primeros en sufrir las consecuencias de la pandemia provocada por el Covid-19 y echaron el cierre de las aulas. Desde ese momento se puso en marcha un mecanismo de educación por vía telemática a la que tuvieron que acostumbrarse alumnos y profesores.
Mientras se avanzaba en las fases de desescalada y los bares y tiendas de ropa comenzaban a levantar sus persianas, los centros educativos continuaban cerrados. Los niños vivieron una especie de discriminación, a veces siendo señalados como los principales potenciadores del contagio. Ahora un nuevo estudio lanza una información que podría contradecir esta hipótesis.
'20minutos' se hace eco de la investigación realizada por científicos del Hospital Universitario de Dresde, en Alemania, donde se explica que los colegios no supondrían un foco de expansión del virus como se creía. «Los niños podrían incluso actuar como freno frente a la infección» aseguró Reinhard Berner, miembro del equipo que ha desarrollado la investigación.
Se trata del mayor estudio realizado en Alemania en los centros educativos de aquellas zonas donde han habido rebrotes. Para llegar a esta conclusión se han analizado muestras de sangre de casi 1.500 adolescentes y 500 profesores. Tan solo se han hallado una docena de casos de anticuerpos contra el Covid-19.
El papel que juegan los niños en la pandemia todavía no está del todo claro. No se conoce el alcance de virus en los menores y cómo estos pueden ser transmisores de la enfermedad. Alemania fue el primer país que decidió abrir sus escuelas en el mes de mayo y no supuso un incremento notable en el número de infectados.
Este estudio ha sido respaldado por otra investigación realizada por el Instituto Pasteur, en Francia, a finales de abril. Los científicos franceses hicieron una encuesta epidemiológica a 1.340 personas vinculadas a seis colegios de Crépy-en-Valois, al norte de París, demostrando que solo tres alumnos dieron positivo en coronavirus y ninguno de ellos contagiaron a compañeros ni a profesores. Unos datos que podrían aportar algo de calma de cara al nuevo curso que dará comienzo en septiembre.
Por el contrario, otros países sí que han experimentado un número elevado entre su alumnado que ha hecho saltar las alarmas. En una escuela de Jerusalén, 153 niños y 25 trabajadores fueron contagiados por el virus. Nueva Zelanda fue otro de los países que también registraron contagios en centros educativos donde los 96 afectados propiciaron el cierre de todas las escuelas.
Por lo que respecta a nuestro país, España mantiene la apertura del nuevo curso para septiembre bajo una serie de recomendaciones de seguridad. La reducción de los alumnos en las aulas así como los denominados «grupos burbuja» se barajan como una de las medidas a adoptar de cara al nuevo curso escolar.